José Blanco, vecino de Teixeira, cuenta que comenzó a fabricar galochas o madreñas "a los quince o dieciséis años", un oficio que aprendió de su padre y que compaginó con la labranza del campo. "Eran de abedul, y hacía dos pares cada día. Iba por los pueblos de la zona", recuerda este "galocheiro", que ayer fue protagonista en Grandas de Salime. La Asociación de Amigos del Museo Etnográfico, junto con el propio equipamiento, estrenaron con Blanco el proyecto "Memorias da nosa terra".

"Es un intento de recuperar la memoria del concejo. Contamos con varios artesanos y personas con una trayectoria vital destacada, y elegimos a José como primer participante", explica Idima López, representante del colectivo. La propuesta consiste en la grabación y posterior proyección de una entrevista con el personaje elegido, así como una pequeña filmación de su trabajo.

La sesión de ayer, con Blanco como referente, fue todo un éxito. La próxima seleccionada es la tejedora Remedios Robledo.