"Es precioso, maravilloso. Es la primera vez que vengo, y estoy encantado". El monasterio de Santa María de Villanueva de Oscos impresionó al polifacético músico asturiano Rodrigo Cuevas, la estrella de la cuarta "Festa dos frailes" que ayer se celebró en este emblemático edificio. Fueron centenares las personas que disfrutaron del festival, una cita ya consagrada en la comarca y que además de música contó con un pequeño mercado, poesía, cuentacuentos, teatro y talleres para todos los públicos.

El buen tiempo animó al público, que llenó el monasterio en una cita que cada año crece, como explica Gustavo Sánchez, presidente de la Asociación Orden de Vilanova. "Vamos progresando, y añadiendo cada vez más actividades. Es algo positivo, y vemos que a los vecinos les gusta y se implican", apunta Sánchez, que destaca igualmente la "excepcionalidad" que supone contar con un entorno como el cenobio para estas celebraciones.

De igual manera, el regidor de Villanueva de Oscos, José Antonio González Braña, valora la importancia de la cita. "Es una fiesta increíble, una referencia para toda la comarca, no sólo para Villanueva. Nosotros apoyamos la cita y sólo nos queda felicitar a toda la gente que la organiza con tanto amor", asegura.

El Consistorio llevará a cabo actuaciones en el monasterio, con objeto de recuperar los balcones del edificio. Sin embargo, la mejor noticia, según explica el regidor, sería recibir la subvención con cargo al uno por ciento cultural. "Con ella podríamos acometer la obra para instalar la cubierta, y que el monasterio pase así a recuperar todo su esplendor. Sería un centro cultural de altísimo nivel para todo el entorno", dice González Braña. La aportación estatal sería cercana al millón de euros, y este verano se podría conocer si finalmente sale adelante.

Por lo pronto, Villanueva de Oscos disfruta con el recinto, que se presta a la perfección para realizar fiestas como la de ayer, que comenzó a mediodía y que finalizó a las cuatro de la madrugada, con la música elegida por Rodrigo Cuevas. "Vamos a hacer que los frailes se despierten, levanten la cabeza, suban los faldones y bailen muñeira toda la noche", anunciaba el músico entrada la tarde. Cuevas disfrutó, como el resto de asistentes, de una jornada redonda con los frailes de los Oscos: "Esto es vida. Qué pena que hayamos dejado de saber lo que es la vida de verdad", aseveró.