El buen tiempo animó ayer la celebración del día del bollo de la víspera de San Roque en Tineo. Bajo la sombra de los árboles que se distribuyen por el campo, decenas de familias y grupos de amigos desplegaron sus mesas y manteles para disfrutar de una comida campestre donde estuvo presente el bollo preñao y el vino que reparte la organización de las fiestas, pero también las típicas viandas que componen una merienda: el chosco, el lacón, la tortilla de patatas y la empanada.

"Es la mejor fiesta de Asturias porque es auténtica, en las mesas hay producto asturiano como el chosco, el lacón y la sidra y no hacen falta grandes espectáculos para disfrutar, es una fiesta que la hace el pueblo", apunta L.luis, de los Concetsones.

Entre los asistentes se encuentran los tinetenses que acuden a la cita por tradición año tras año y también foráneos a los que el ambiente del prao de la fiesta les cautivó. "Es una tradición venir a comer el bollo y repetir mañana (por hoy) con la comida, antes venían muchísimas familias y ahora parece que la tradición se está recuperando", asegura el tinetense Dino Moreda.

Desde León viene Pedro Lechuga desde hace unos años. Su pareja es tinetense y le había hablado mucho de la fiesta, así que cuando le acompañó a disfrutarla ya no pudo evitar repetir año tras año. "Siempre pedimos vacaciones para esta fecha para poder venir, son los tres días mejores del año para nosotros", asegura.

Desde hace unos años, a los niños también se les mete el gusanillo de la romería con una actividad de tarde especialmente pensada para ellos, en la que hay animación musical y se reparte una merienda.