A cinco días de San Timoteo hay quien decide adelantar la fiesta. Este año, lo hicieron los usuarios de la residencia de mayores de Luarca. Sesenta de ellos acudieron ayer al campo timoteíno para celebrar primero la misa en honor al patrón y, después, la mítica comida campestre a base de tortilla y empanada.

Ceferino Fernández tiene 95 años y fue uno de los que, ayer, cantó el himno de patrón y colgó la T de pan al cuello, como manda la tradición. Vivió una jornada "especial y muy luarquesa", relató su hija, Amparo Fernández. "Es un lujo poder disfrutar de esto", dijo la mujer.

La directora de la residencia, Sandra Cuesta, contó este año con el apoyo de trabajadores y voluntarios para poder organizar la jornada festiva. También con el capellán de la residencia, Emilio Fernández, para quien San Timoteo "nos une a todos".

Álvaro Mittelbrum acudió son su madre, Elvira Puga, de 95 años. El hombre, luarqués, destacó la idea y prudencia de la dirección. "Es cierto que la romería del 22 de agosto está masificada y para nuestros mayores es mejor tener otra oportunidad", opinó.

El día no tendría tanto atractivo sin el trabajo de los voluntarios. Finita Turnes es una de ellas. Ayer cantó el himno "alto y fuerte" para que los romeros se emocionaran como lo harán muchos el miércoles. El año que viene repetirán por adelantado: "Sus caras de alegría lo dicen todo".