"Ha sido un gran éxito, y así nos lo trasladan los vecinos en la calle. La gente, sobre todo aquella que vive en las cercanías, está muy agradecida". Es la valoración que realiza Carlos Garriga de la lucha judicial que emprendió una plataforma vecinal contra el Ayuntamiento de Navia a causa de la instalación de una central de biomasa cerca de sus hogares. Garriga es el portavoz de un colectivo que logró su objetivo de frenar la instalación, y que ayer recibió de manos de Podemos una ayuda de mil euros para sufragar los gastos judiciales que provocó la cuestión, por encima de diez mil euros, todos ellos sufragados por los afectados.

La ayuda se enmarca dentro del premio "Doce Lluches", con el que Podemos Asturias destina parte de excedente salarial de sus diputados en la Junta General (aquello que sobrepase el límite de tres veces el salario mínimo interprofesional) a "apoyar a organizaciones, colectivos o plataformas sin ánimo de lucro del territorio asturiano dando respuesta a situaciones de especial necesidad que requieran de una solución rápida".

"Es una causa justa, la lucha de esta comunidad de vecinos de Las Veigas de Navia para parar el proyecto de la planta de biomasa, un proyecto del que nunca se llegó a saber en qué consistía; y ese fue precisamente el motivo por el que se paró", reseñó el diputado regional Andrés Fernández Vilanova. "Fue una maniobra turbia", añadió.

El diputado recordó que el Ayuntamiento naviego empleó en esta instalación fallida "más de cien mil euros de las arcas públicas", y comparó la situación a lo que sucedió con el cine Fantasio o con el Casino: "Son obras mal planificadas, en las que no hay transparencia, y que acaban con modificaciones y sobrecostes".

Carlos Garriga, por su parte, quiso agradecer la colaboración del abogado gijonés Marcelino Abraira, "que en todo momento nos apoyó en la causa".