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Las empresas de autobuses aseguran que la fiesta "fue un infierno"

Fueron casi setenta los autobuses cargados de jóvenes de diferentes partes de la región los que llegaron hasta Luarca en la jornada del miércoles. Al igual que sucede en las otras grandes romerías de Asturias, este servicio se encarga del traslado hasta la fiesta y posterior recogida de los asistentes, en su mayoría jóvenes. Sin embargo, según la denuncia de una de las empresas participantes, San Timoteo fue este año "un infierno absoluto" para los usuarios de estos autocares.

"Había una clara descoordinación de todo el mundo, con autobuses atascados en el centro del pueblo durante mucho tiempo. Un trayecto que debe durar una hora pasó a ser de dos horas y media", afirma uno de los responsables de esta firma, que asegura que se cambiaron los lugares de carga y descarga, se bloqueó el acceso a ciertas zonas y se alargó el proceso de los controles a los pasajeros. "Fue un caos terrible, la primera vez que nos pasa algo así en cinco años", añade.

El edil de Seguridad Ciudadana, Ricardo García Parrondo, reconoce que "hubo un momento de colapso a la hora de las llegadas", pero que "se aclaró rápidamente con la Policía Nacional", siendo la salida de los romeros "muy ordenada". "Estaba todo muy coordinado, y no hubo cambios. Lo que sucedió es que esta empresa quería descargar en otro lugar, que no era el correcto, porque lo pedían sus clientes, algo que no se pudo permitir", puntualiza.

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