Este próximo domingo, como cada último domingo de agosto desde hace quince años, Xosé Manuel Fernández recitará, en el campo de La Garita de Cadavedo el tradicional pregón a la Virgen de Regla. Es uno de los actos centrales de la fiesta de La Regalina, una celebración ideada e impulsada por el Padre Galo, y que guarda toda la esencia de la asturianía. "Este año el pregón será más largo porque hay más cosas que contar, y tendrá mucha más ironía", anuncia el pregonero.
Ese discurso, que se da en la lengua de la zona, la "faliecha", dará un repaso a la actualidad nacional, regional y local. "Hablaremos de la Casa Real, el cambio de gobierno, el tiempo, el caso de 'La Manada', y la oficialidad del asturiano", dice Fernández, que no se morderá la lengua al abordar cada uno de esos asuntos. Especialmente preocupante es el estado en el que se encuentra el tablado donde se realizan bailes ese mismo día: "Hay desprendimientos en el acantilado, y podrían afectar a la zona de bailes. Por ahora es seguro, pero en el futuro habrá que actuar", dice el pregonero.
La fiesta seguirá la tradición marcada desde hace décadas. En primer lugar, el desfile con los ramos de alfiladas, los carros del país y los grupos folclóricos hasta el campo de La Garita, donde se leerá el pregón y se entregará el premio de poesía "Fernán Coronas" a Solinca Turbon. Llegará luego el turno para la danza prima, la procesión y el corri corri como ofrenda de los asturianos a la Virgen. La misa, la romería y los bailes tradicionales completarán la jornada.
Todo Cadavedo se prepara ya para la cita, "que ha logrado mantener viva su esencia" todos estos años. Una labor en la que trabaja la organización: "Tratamos de evitar que la gente se disfrace de asturiano; queremos que de verdad se vistan con el traje tradicional, con unas vestimentas competentes", apunta Xosé Manuel Fernández.
