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Medio siglo de éxito teatral en Castropol

Los actores de "Os vellos non deben de namorarse" de Castelao se juntan tras 50 años: "Ya no tendríamos que caracterizarnos de viejos"

El grupo de teatro, hace medio siglo. REPRODUCCIÓN DE T. C.

A Santiago Amor y a Fernando Díaz, "Nano", se les ocurrió en otoño de 1968 que una buena idea para entretener las tardes en la tranquila villa de Castropol era montar una obra de teatro. Lo que nació para pasar el rato tuvo un éxito inesperado y lograron colgar el cartel de completo en sus cuatro representaciones. Los protagonistas de aquella función, que adaptó la obra de Castelao "Os vellos non deben de namorarse", se han vuelto a reunir cincuenta años después para rememorar la aventura. "Todo el mundo nos dice que teníamos que repetir ahora, que ya no nos tendríamos que caracterizar de viejos", bromea María Josefa Díaz-Canel.

Cuentan los actores de entonces que en el éxito de la función jugó un papel clave el matrimonio formado por Vicente Loriente y Ramona Penzol, que se ocupó de la dirección de la obra y de los ensayos. "Eran personas extraordinarias", apunta Charo Díez, para quien aquellos meses fueron "un tiempo estupendo, de mucha unión". También María Oliva Díaz guarda muy buenos recuerdos: "Me reí mucho". Explica que su papel consistía en hacer de plañidera, así que muchas veces se saltaba los ensayos, para cabreo de Loriente. "Sólo teníamos que llorar, así que para qué íbamos a ir", bromea.

No recuerdan con precisión el tiempo exacto que les llevó preparar la obra, pero sí que hubo que recortarla y adaptarla al grupo de jóvenes actores. Empezaron a ensayar después del verano y se estrenó el primer domingo de diciembre. "Fue un éxito que ni nosotros mismos esperábamos", añade Amor. Así lo recuerdan las crónicas de la época como la que se publicó aquel diciembre en el periódico comarcal Riberas del Eo: "El lunes 2 de diciembre nadie se acordó en Castropol de los partidos de fútbol del día anterior. Los comentarios de todo el pueblo giraban exclusivamente en torno a la velada teatral ofrecida la víspera en el Casino-Teatro por un grupo numeroso de jóvenes de Castropol y de sus alrededores. Para encontrar un éxito comparable al alcanzado por estos entusiastas habría que retroceder al año 1933 cuando debutó con "Os Chirlomirlos" el Teatro Aldeano de la Biblioteca".

El grueso de la actuación era la representación de la popular obra de Castelao, pero se completó con una pequeña representación titulada "Fútbol y Gaita" que hicieron los más pequeños del grupo -Toñita y Moncho- y con varias canciones asturianas que los jóvenes actores interpretaron acompañados al piano por Vicente Loriente. Relata Amor la complejidad de la obra para un grupo de adolescentes sin experiencias teatrales previas: "Éramos todos aprendices y la obra era difícil". Sin embargo, la sensibilidad y conocimientos de Ramona Penzol y Vicente Loriente permitieron que todo saliera bien. No solo los ensayos, sino la escenografía y vestuario: "Lo hicimos todo nosotros", explican.

La buena acogida de la representación permitió una buena taquilla. Solo el primer día (se hicieron dos funciones) se recaudaron 6.596 pesetas. Los jóvenes acordaron donar buena parte de la taquilla (un total de 3.600 pesetas) a la biblioteca Menéndez Pelayo y con ese dinero se adquirieron estanterías para el centro lector.

Por circunstancias de la vida (muchos se fueron a trabajar o estudiar fuera) el grupo original no volvió a repetir, aunque algunos de los que se quedaron sí que ensayaron al menos otro par de obras. Sin embargo, nunca llegaron a conformar una agrupación teatral al uso y la mayoría no tuvo en su vida adulta vínculos con el teatro. Eso sí, todos comparten "buenísimos recuerdos" de aquella etapa. El miércoles pasado se reunieron -no todos, pues algunos no pudieron asistir y otros fallecieron- para recordar que hace medio siglo "triunfaron" en el escenario del Casino Teatro de Castropol.

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