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"Tener una cafetería era mi mayor ilusión", dice el boalés José Antonio Díaz

El popular hostelero afincado en Navia cumple un cuarto de siglo al frente de su local, tras décadas de "esfuerzo, mucho trabajo y buen trato al cliente"

José Antonio Díaz, sirviendo un café en Navia. GUSTAVO GARCÍA

"Llevo cuarenta y cuatro fiestas de Navia seguidas trabajadas, que se dice pronto". Es la frase que mejor expresa el sacrificio que José Antonio Díaz, "Pepe", ha dedicado a su profesión, la hostelería. Este boalés de nacimiento comenzó muy joven en un mundo que, dice, lo enganchó al momento, y en el que no ha dejado de trabajar en más de cuatro décadas. Su local de Navia, "Sauces", cumple veinticinco años, y ayer sus amigos, familiares, compañeros y clientes lo acompañaron en un sencillo acto de celebración. "Tener una cafetería siempre fue mi mayor ilusión", confiesa.

Pepe "el de Sauces", como se le conoce en la villa, es un emblema tras la barra. Desde que comenzara en el bar Avenida, en 1975, ha pasado por discotecas, cafeterías y restaurantes tanto de Navia como de Puerto de Vega y Grado. En 1993, junto a su mujer Joaquina Baltar, se lanzaron con su propio negocio, "Sauces", que un cuarto de siglo después es una referencia en la villa.

Los comienzos no fueron fáciles. "Cuando abrimos, aquí alrededor no había nada. El barrio de Las Veigas apenas estaba levantado, y las mañanas eran muy difíciles. Ahora todo cambió, porque está el centro de salud, la oficina de correos, y muchos más edificios", explica el hostelero, que confiesa que la razón del éxito no está más que en "el esfuerzo y el trabajo diario". De hecho, durante quince años no cerraron un sólo día por vacaciones.

Hay otro ingrediente indispensable: "La suerte que tuve fue encontrar a alguien que me ayudase como me ayudó mi mujer. Si no fuera por ella, esto no llegaría hasta aquí", alaba José Antonio Díaz de su esposa, Joaquina Baltar. "Hubo que hacer muchos sacrificios, de no pasar momentos con la familia y con los amigos, momentos que no van a volver. Al principio era diferente, ahora tomamos la vida de otra manera", explica ella.

El veterano hostelero no se olvida de sus empleados, "que siempre han sido muy trabajadores, gente en la que se puede confiar", ni de los clientes, con los que siempre ha mantenido "una buena relación". "Es importante fidelizarlos, atendiéndolos lo mejor posible", subraya. Renovar y actualizar tanto el local como la oferta, adaptándose siempre a los nuevos tiempos, es otra de las máximas de un empresario, Pepe, que ha sabido dar con la tecla del éxito y ser un "mítico" en Navia.

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