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Janet Pérez, primera alumna gitana del Noroccidente que se titula en Secundaria

"La ilusión es infinita", dicen los padres de la joven, que destacan el apoyo familiar y del Instituto de Luarca, un referente en integración y esfuerzo

Janet Pérez, ayer, en Luarca. A. M. SERRANO

-¿Titulaste?

La pregunta la hace la profesora de Historia del instituto Carmen y Severo Ochoa de Luarca María Jesús Suárez, la misma que un minuto antes abraza a su interlocutora y ya exalumna Janet Pérez Pérez. La escena y la alegría podrían ser habituales si no fuera por un matiz: Janet, de 17 años, es la primera adolescente de etnia gitana del Noroccidente asturiano que saca el título de Educación Secundaria Obligatoria.

En el centro educativo están muy satisfechos con la labor realizada por esta alumna y en la familia de la interesada, "la ilusión es infinita".

Los padres de la joven, Florentino Pérez y Mercedes Pérez, de 47 y 44 años respectivamente, se sienten "muy orgullosos" de su hija. Tienen tres más: de 27, 22 y 12 años. A falta de conocer de lo que pasará con el último varón, Janet Pérez Pérez es la única que se ha decidido por sacar un grado. "El mensaje que le transmitimos es siempre el mismo: hay que estudiar para saber, para tener el título, porque nunca se sabe cuándo lo vas a necesitar ni para qué", dice Florentino Pérez, un "más que orgulloso padre gitano", sentencia.

Mercedes Pérez también destaca el antes y el después de este hecho. Cuenta esta familia gitana de Luarca, villa donde habitan siete, que les parece importante subrayar la trayectoria de Janet porque eso de que los gitanos no estudian, lo dejan siempre por el camino, no se escolarizan o tienen otros intereses "es un falso mito".

"Janet siempre tuvo nuestro apoyo para estudiar y también el apoyo de sus profesores, a quienes estamos muy agradecidos", dice el padre. La joven asegura que es importante estudiar: "Siempre se aprende algo nuevo y eso te hace sentir bien". Ella confiesa, además, que tiene el respaldo de su familia y que tuvo el de sus profesores para aprobar los cursos y esforzarse. Cuando a Janet se le pregunta por lo que pasa con otros compañeros de etnia gitana, ella tiene respuesta: "No lo sé, pero yo me siento apoyada y sé que puedo estudiar, como una más". Lo que sí pide es respeto. La joven asegura que integrarse no es renunciar a su cultura y tradiciones. Tampoco a un vocablo y singularidad: gitano. "No es que la gente te diga 'gitana', es cómo lo dicen", señala.

A Janet le gusta la Lengua, su asignatura fetiche y espera estudiar Cocina y Gastronomía o Iniciación a la emprendeduría. El primer grado podría cursarlo en Tapia y el segundo, en Luarca. En su familia sólo quieren que no se marche lejos. Algunos profesores de Janet, como el que impartió Lengua y Literatura, Ricardo Saavedra, esperan que haga "lo que le guste".

La orientadora del centro, María Fernández, también muestra interés por el futuro de la joven y le brinda su apoyo en público. Fernández estuvo desde el principio ayudando a la joven e involucrándola en sus estudios y expediente. "Me fijé en ella en primero de la ESO porque tuvo una etapa que faltó bastante a clase", recuerda.

Poco a poco, gracias al esfuerzo de los profesores y a la actitud de Janet Pérez "el encuentro" fue llegando. "Me aconsejaban, me sentí bien estudiando y en clase", dice la protagonista. El profesor Ricardo Saavedra incluso destaca que jóvenes como ella son ejemplo y que su progreso se estudia, a través de vídeos, en grupos de trabajo de profesores. "Es lo mejor que me ha pasado, hasta el momento, en mi carrera docente y una prueba de que algunos métodos cooperativos funcionan", dice. Hoy Janet Pérez visitará el centro de formación de Tapia de Casariego para decidir sobre su futuro. Es tiempo de matricularse e iniciar el nuevo curso.

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