Diez años ha tardado en hacerse realidad la estación depuradora de aguas residuales (Edar) de Navia-Coaña, una vieja reivindicación de los vecinos de la zona, que ha supuesto finalmente una inversión de 8,17 millones de euros y que empezará a funcionar el próximo mes de octubre. Hoy se inaugurará la instalación, con la presencia del consejero de Infraestructuras, Fernando Lastra, y el viceconsejero de Medio Ambiente, Benigno Fernández Fano. La instalación ha sido diseñada para atender a una población de 17.000 habitantes y contará con una línea de pretratamiento y cuatro de tratamiento: de tormentas (fisicoquímico), biológico, terciario (filtración y desinfección con rayos ultravioleta) y de fangos. La Edar permitirá reutilizar el agua tratada para servicios auxiliares.

El agua que reciba tratamiento biológico, terciario y de tormentas irá al río Navia, mientras que a la que solo se le aplique el biológico se derivará al emisario submarino de la empresa Ence. La entrada del agua residual será por dos conducciones: por gravedad desde Ortiguera, Arnelles y Foxos (norte) y por impulsión desde Coaña, Navia, Jarrio, Mohías y El Espín (sur). La parte alta del concejo coañés, al menos de momento, no se conectará a la red de saneamiento que conduce a esta depuradora. En teoría, en el futuro podrán incorporarse a la Edar las aguas residuales procedentes de Andés, Villapedre, Anleo, Talarén, Piñera y Puerto de Vega.

El actual emisario de Ence, construido en los años setenta, transporta hacia mar adentro los efluentes de la planta de la empresa, de la industria láctea de Anleo y de la planta de tratamiento de purines de Armental. En unas semanas se incorporará la aportación de la depuradora de Navia y Coaña. Lastra ya mostró el pasado mes de febrero su disposición a hablar con la empresa y buscar soluciones adecuadas para lograr "una actitud respetuosa desde el punto de vista de estos vertidos por el emisario".

La obra civil de la Edar de Coaña concluyó hace solo unos días y desde entonces la instalación está en fase de pruebas. Una fase que se prolongará aún durante unas semanas. La parcela en la que se ha construido la Edar está situada en el concejo de Coaña, en la margen izquierda de la ría, a la altura del remanso de agua que se forma tras el dique del canal. La construcción de esta depuradora ha sufrido múltiples avatares y contratiempos que han retrasado su puesta en funcionamiento un decenio. En abril de 2008 el Gobierno del Principado autorizó un gasto de 7,7 millones para esta instalación. Solo siete meses más tarde anunciaba que el gasto sería de 6,5 millones y que la depuradora se ejecutaría en 25 meses, como máximo.

El estallido de la crisis económica paralizó el proyecto, aunque el Ejecutivo autonómico esgrimió que resultaba necesario introducir cambios en el proyecto. La ejecución de la obra fue finalmente escindida en 2013 a solicitud de la empresa constructora, lo que fue aprovechado por el Principado pata introducir mejoras técnicas en el proyecto, varias de ellas reclamadas por el Ayuntamiento de Coaña y referidas, sobre todo, al diseño: se rebajó en dos metros y medio la plataforma de la Edar, lo que aminoró de forma considerable el impacto visual, y se rediseñaron algunos componentes, como el sistema de tratamiento biológico. Hubo asimismo modificaciones para aminorar olores en el exterior.

Después de continuos anuncios del "inminente" inicio de las obras, casi siempre coincidiendo con la cercanía de algún proceso electoral, en octubre de 2014 la Junta de Saneamiento adjudicaba a Sacyr, a través de su filial de tratamiento de agua Sadyt, junto con Nemesio Bedia Construcciones, la construcción de la Edar de Navia-Coaña, por 6,9 millones de euros y un plazo de construcción de 33 meses.

Aún surgirían nuevos retrasos y modificaciones del proyecto, aunque los dirigentes autonómicos mantuvieron 2017 como fecha de entrada en funcionamiento de la Edar, retrasada posteriormente a la primavera de este año. Las mejoras introducidas por el Ejecutivo permitieron disminuir significativamente el impacto visual y evitar olores en zonas próximas, pero obligaron a retrasar de nuevo la entrada en funcionamiento de la depuradora, primero a mayo y, finalmente, a octubre. Con esta Edar se completa el sistema de saneamiento construido por el Principado en Navia y Coaña, que incluye una red de colectores y bombeos que ha costado más de 13 millones.