El Principado asegura que la gestión del personal y la contratación de la plantilla de la Escuela Infantil de Luarca, dirigida a bebés y menores hasta los tres años, "corresponde al Ayuntamiento". De este modo, evita mediar entre el gobierno local, el centro y las familias usuarias, que se quejan del funcionamiento, a su juicio anómalo, de la guardería.

Ayer, la escuela Luis Ochoa Albornoz no abrió por falta de personal. La concejala de Educación, Ángeles García, confirma que un juicio, en el que una de las trabajadoras del centro demanda el complemento de productividad del año pasado, mantendría alejadas de su puesto de trabajo a cuatro empleadas, de las cuales una está de baja, otra de vacaciones y otras dos en activo. Una es la demandante y las otras tres estaban citadas a declarar como testigos.

En el centro hay siete profesoras para atender a 40 alumnos. El Ayuntamiento decidió cerrar al "no poder garantizar" el buen funcionamiento del servicio con solo tres profesoras. "La Consejería financia todo, pero la organización diaria del personal es cuestión de la dirección", indicaron a este respecto fuentes de la Consejería de Educación.

Entre las familias la indignación es máxima. Los padres y madres hicieron circular el pasado sábado una queja. Según indican, este hecho no es excepcional. No entienden por qué no se cubren las bajas laborales ni por qué no se tiene en cuenta la bolsa de trabajo para hacer frente a las necesidades del centro.

Además reclaman mejoras en las instalaciones y adaptar los espacios a la normativa actual. Las cortinas no son ignífugas, no hay protectores en los radiadores, el patio no dispone de zona de sombra para los usuarios de meses de edad y faltan tronas para los más pequeños.

También critican el servicio de catering. "Los menús se cocinan en Gijón y la comida no es saludable", protestan los tutores.