El cudillerense Guillermo González Abad tuvo una idea pionera en España hace tres años. Este gestor cultural se alió con otros tres jóvenes para poner en marcha un proyecto que vincula música electrónica y patrimonio cultural y natural. El objetivo es presentar de otra forma aquellos edificios que tienen siglos de historia y los parajes de gran valor paisajístico. "Deseo que nuestro patrimonio se pueda experimentar desde otro punto de vista, no en silencio, sino, en este caso concreto, a través de la música electrónica y de todas la variantes que ofrece", señala este cudillerense de 27 años.

El proyecto se estrena mañana en Medellín (Badajoz). Dice Guillermo González Abad que el patrimonio de la Humanidad necesita más difusión. Una forma de contribuir a esta meta es presentando una oferta cultural paralela: "Se trata de algo más que ir al sitio y ver; se trata de hacer algo allí que tenga un componente emocional", destaca. En esta aventura que el asturiano presenta hoy caben otros escenarios.

Guillermo González y sus socios (el madrileño Rodrigo Suárez Silva, la riojana Irene Gonzalo Soares y la inglesa, de Bath, Amy Louise Colvilla) buscan también entornos donde existan vestigios industriales. En Asturias, "nos fijamos en el patrimonio industrial, pero necesitamos hacer el festival en un lugar donde no haya riesgos para los asistentes", relata.

De momento, el grupo busca afianzar en España este festival que también tiene como bandera la tolerancia. "Tratamos de presentar la música como algo diverso, procedente de distintas partes del mundo y que nos une", señala Guillermo González.

Otra de sus razones de ser es plantar cara a una tradición que vincula música electrónica y nocturnidad. Los conciertos se desarrollan en horario de mañana y tarde, no solo de noche. La experiencia bebe de otras europeas que se han llevado a cabo en países como Italia o Bélgica. El proyecto es posible gracias a la aportación económica de sus cuatro socios, pero en un futuro, buscan otras vías, también las públicas, en un intento de dar promoción "a un patrimonio que debe cuidarse y es de todos".

A través de la música también "enseñan historia". Y es que no solo tratan de mostrar la importancia arquitectónica y patrimonial de cada conjunto: recuerdan qué hizo cada territorio en el pasado.

En Asturias, se han fijado en lo industrial porque Guillermo González cree que es una zona que necesita más difusión en un momento de reconversión industrial sin marcha atrás.

La experiencia que empieza mañana en Medellín, con un concierto inaugural a las 19 horas, será "muy importante para el futuro", indica Guillermo González.