El coche del exalcalde de IU de Cangas del Narcea, José Manuel Martínez, embargado por orden del Tribunal de Cuentas, apareció quemado en un monte de Ibias a principios del pasado mes de julio. El vehículo permanecía en un almacén municipal, puesto que el Ayuntamiento había sido nombrado por el Tribunal como depositario del coche hasta que se realizase su subasta, con la que se pretendía pagar a la Hacienda Pública una parte de los 30.000 euros que el Tribunal estima que no está certificado en la obra de saneamiento y pavimentación de Villar de Naviego, procedimiento en el que se consideró a Martínez “responsable contable directo”.

Según Martínez, el vehículo fue entregado a la Policía Local de Cangas del Narcea el 30 de junio y el 9 de julio recibió el aviso de la Guardia Civil de que había aparecido calcinado en el monte. Como propietario interpuso una denuncia y a la espera del resultado que dé la investigación está estudiando plantear acciones legales contra el Ayuntamiento “por faltar a su deber como depositario del vehículo”, explica.

Martínez se siente perjudicado por lo ocurrido. Asegura que “si las cosas saliesen bien me tendrían que devolver el coche, ahora no se le hizo un peritaje y no se puede saber ni lo que valía para descontar de la deuda”. Además, el exalcalde de IU en el mandato 2007-2011, considera que se trata de un ataque directo hacia él: “No es la primera ni la última cosa que me pasa desde que asumí la alcaldía, no son casualidades, cuando asumí la alcaldía me dijeron que iban a destrozarme la vida y ahí están”.

El Ayuntamiento también denunció el hecho. El alcalde José Víctor Rodríguez (PSOE) reconoce que conoció la desaparición del vehículo de las instalaciones municipales cuando la Guardia Civil le informó del hallazgo del coche calcinado. “En el almacén no había signos de violencia lo que nos hace pensar que alguien que tuviera una llave y que sabía que el coche estaba ahí lo sustrajo intencionadamente como forma de venganza contra el procedimiento que está abierto, no es algo casual porque en ese lugar hay maquinara que vale más que ese coche”, apunta.

El regidor considera el caso “una verdadera tomadura de pelo”. Recuerda que el embargo trataba de recuperar el dinero que no se invirtió en una obra para que revertiera en los cangueses. “Ahora seguramente se presente una reclamación contra el Ayuntamiento y tenga que el seguro municipal hacerse cargo del pago del vehículo, es decir, el Consistorio tendrá que pagarse a sí mismo”, concluye.