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Una canguesa vende su coche y recibe las multas que le ponen al comprador

La vendedora reclama que se obligue al nuevo propietario del vehículo a asumir su titularidad

María Amalia García con la multa y la denuncia presentada. D. Á.

Una canguesa vendió su coche en abril y desde hace unos meses esa transacción se ha convertido en un verdadero quebradero de cabeza para ella. María Amalia García vendió el coche a un joven a través de un contrato de compraventa. El día en que el comprador se lo llevó realizó el pago y el único trámite que faltaba por hacer era la transferencia de titularidad, algo de lo que se encargaría el nuevo propietario, tal y como habían reflejado en el contrato firmado. Sin embargo, ese paso aún no ha llegado a darse.

La falta de cambio de titularidad ha hecho que la antigua propietaria recibiese en su casa una multa de 500 euros por circular con daños en la dirección del vehículo, en concreto un eje doblado y falta de tornillos. Algo que no puede comprender María Amalia García, ya que para poder ponerle la multa supone que debieron parar al nuevo conductor y detectar los fallos en el coche.

"A pesar de que lo pararon y le retiraron el coche al depósito de Gijón, la multa la recibo yo, cuando me imagino que él tuvo que enseñar el contrato para que no creyesen que lo había robado", explica García.

La multa fue puesta en mayo y desde entonces el coche permanece en el depósito sin que se dé ninguna solución a la antigua propietaria, que se niega a pagarla. "No nos dejan acceder al coche para coger la documentación y el contrato de compraventa, del que nosotros nos quedamos con la copia, y tampoco obligan al comprador a hacer el cambio de titularidad para liberarnos del coche. Me veo impotente y en un callejón sin salida", explica, desesperada, María Amalia García.

Ha presentado un recurso contra la multa y también presentó una denuncia en el Juzgado de Instrucción número 4 de Gijón, donde el caso se archivó; varias denuncias ante la Guardia Civil sin que nadie le haya dado una solución, mientras que el comprador del vehículo ha dejado de contestarle a los mensajes y las llamadas en las que le requería que realizase el cambio de titularidad del vehículo.

Lo único que quiere María Amalia García es librarse del vehículo del que aún no sabe si también le cargarán los meses que lleva en el depósito.

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