La nueva traída de agua de Luarca funciona "bien" y su puesta en marcha no ha provocado incidencias reseñables. Es lo que concluye el concejal de Obras, el socialista Ricardo García Parrondo, después de tres días de pruebas.
La nueva red, que abastece la capital de Valdés y los pueblos del entorno, empezó a funcionar el martes de madrugada. Desde entonces, se produjeron dos cortes de agua en Villar que fueron subsanados en el menor tiempo posible. Uno tuvo su origen en las obras del nuevo juzgado de Luarca, "al romper una derivación". El segundo está relacionado con la limpieza del depósito del mismo lugar, Villar.
En esta instalación trabajaban ayer los operarios de la empresa que se encarga del mantenimiento y gestión de la infraestructura. "La traída está funcionando como debe", insistió el concejal. El Principado financió con 5,5 millones de euros la sustitución de 11 kilómetros de tubería y puso fin a una demanda histórica para la capital del concejo y los pueblos cercanos.
Las obras se realizaron por fases y la adjudicataria intentó poner en marcha la red a medida que se instalaban las tuberías. Con la nueva traída de agua, el recurso gana calidad. Además, los hogares conectados mejoran la presión, ya que las tuberías son más anchas.
En los últimos años, la capital de Valdés tuvo que hacer frente a cortes de agua de cierta importancia por su duración. Los antiguos tubos, obsoletos y de fibrocemento (un material hoy prohibido por su carácter contaminante), generaban muchos contratiempos. Con temporales de intensas lluvias, las roturas eran habituales en los tramos de red que atraviesan el río Negro.
Con este proyecto se concluye una fase de la mejora de la infraestructura que abastece de agua a 8.000 vecinos de la capital de Valdés y los pueblos de su entorno. Está prevista, al menos, la construcción de otro depósito en Fontoria.
