En cuestión de semanas entrarán en funcionamiento los dos radares de tramo instalados en el puente de los Santos entre diciembre de 2016 y enero de 2017, que hasta ahora permanecían fuera de servicio. La Delegación de Gobierno en Asturias ha confirmado la intención de la Dirección General de Tráfico de ponerlos "pronto" en marcha.
En cuestión de semanas, y previo aviso de las delegaciones ministeriales gallega y asturiana (ya que los radares están instalados a uno y otro extremo del puente que une ambas comunidades), los dispositivos empezarán a controlar la velocidad de los usuarios que transiten por este punto de la Autovía del Cantábrico. En dicho tramo no hay ninguna limitación específica y los vehículos deben respetar la velocidad máxima de las autovías, fijada en 120 kilómetros por hora.
Fuentes de la Delegación de Gobierno han confirmado que estos días los dispositivos están ya en pruebas de cara a su próxima puesta en marcha. Explicaron también, y ahí podría radicar el retraso de su entrada en servicio, que inicialmente Tráfico intentó que los dispositivos fueran de velocidad variable. Sin embargo, la propuesta no fue aprobada, por lo que funcionarán de manera convencional.
La colocación de estos dispositivos, que cuentan con pantallas digitales asociadas y carteles informativos que permanecen tapados, generó malestar en la zona pues los vecinos consideraron que se trataba de una medida meramente recaudatoria al no ser un punto conflictivo donde se registren muchos accidentes.
Así las cosas, la puesta en marcha de los radares podría coincidir con la iluminación del puente de los Santos. No en vano, Fomento acaba de anunciar su intención de recuperar "lo antes posible" la iluminación de este viaducto sobre la ría del Eo que lleva siete años a oscuras.
