La concejala del PP de Cudillero Mariví Álvarez renunció ayer a todas sus competencias delegadas: Vivienda, Bienestar social e Igualdad. La edil no deja al acta ni tampoco suspende su militancia en el partido.

Álvarez reconoció sus diferencias con el regidor, Ignacio Escribano. "Como persona, me parece la mejor persona, pero como alcalde es muy blando; no se puede ser tan duro como 'Quico' (por el exalcalde de Cudillero, Francisco González, del PSOE), ni tan blando como él", dijo. La concejala indicó que seguirá asistiendo a los plenos, que respetará la disciplina de voto del partido y que estará también a disposición del PP, "partido al que no quiero perjudicar".

El departamento que más problemas le creó, según dijo, fue Servicios Sociales. "Se me oculta toda la información y no pude disponer de los datos que necesitaba para hacer mi trabajo", explicó la concejala del PP.

Mariví Álvarez también deja la Alcaldía de barrio de Oviñana. "En su día me dieron unas funciones y las llaves del centro social, pero también tienen llaves otras personas, de otros pueblos, y eso genera conflictos", explicó. La edil pasa también a un segundo plano en la lucha para exigir más horas de pediatra para el centro de salud.

El gobierno en minoría del PP ya tuvo que afrontar en lo que va de mandato la renuncia de la concejala Verónica Pardo, que renunció a Festejos. Más tarde, por motivos de trabajo, no continuó siendo primera teniente de alcalde.