El Principado eligió ayer Taramundi para celebrar el Día Internacional de las Personas Mayores: un concejo que ha sido pionero en implantar servicios para mejorar la calidad de vida de las personas de más edad. Es el caso del programa "Rompiendo Distancias" que nació en el año 2000 en suelo taramundés y del que hoy se benefician más de 6.000 personas de 17 concejos. El acto de ayer sirvió para aplaudir los logros, pero también para poner sobre la mesa los retos, como el de reducir la burocracia para que los mayores tengan un más rápido acceso a los recursos a su disposición.

Le puso voz a esta petición el secretario del Consejo de Mayores del Principado, José Ramón Arias. Pidió agilizar los trámites para ingresar en los centros, recibir ayuda a domicilio y conceder soluciones: "Agilidad en el día a día porque no todo puede esperar a mañana". La consejera de Servicios y Derechos Sociales, Pilar Varela, recogió el guante y reconoció la demora, que justificó por el alto número de peticiones.

Varela explicó que 21.000 personas en Asturias ya reciben las ayudas de la Ley de la Dependencia, pero reclamó al gobierno de Pedro Sánchez una revisión para dotar de más recursos este instrumento. "En 2017 invertimos 186 millones y solo 26 procedían del Estado. Queremos seguir haciendo un esfuerzo, pero necesitamos más ayuda del Gobierno de España", apuntó.

La Consejera indicó que una de cada cuatro personas en Asturias tiene más de 65 años (solo en Taramundi más del 40% de la población supera esta edad) y casi el 10 por ciento supera los 80 años. En este sentido, realizó un repaso al amplio abanico de recursos disponibles y José Ramón Arias animó a los mayores a valorarlos, solicitarlos y usarlos.

Arias, que se presentó como "uno más, una persona mayor defendiendo los derechos de los mayores", puso de manifiesto las dificultades añadidas de ser mayor en el medio rural y cuánto cuesta organizar cada actividad, por pequeña que sea. "Detrás de cada montaje y de cada pequeña cosa hay mucho trabajo, esfuerzo, coordinación y empeño en sacarlo adelante", precisó.

Lo saben bien en Taramundi, donde ayer mimaron cada detalle de la celebración. A la entrada del polideportivo no faltó un particular "photocall" con objetos que se encuentran en las casas de las personas de más edad. Se instaló una máquina automática que permitió a los asistentes llevarse una foto de recuerdo a su casa.

Los más de doscientos mayores asistentes (procedentes de diferentes puntos de la región) también pudieron disfrutar con los diferentes puestos instalados en el recinto. Sirvieron para mostrar los recursos a disposición de los mayores del concejo, pero también para que las principales asociaciones dedicadas a la tercera edad de la comarca dieran a conocer su actividad.

Tras los discursos oficiales y una ponencia sobre seguridad que corrió a cargo del Instituto de las Emergencias, tuvo lugar la actuación del gaiteiro Nela de Bres y el percusionista Hilario Lombardía. Junto a ellos contó sus historias el poeta Alberto Calvín.

La responsable del "Rompiendo Distancias" taramundés, Trinidad Suárez, les presentó como un ejemplo, pues los tres han encontrado una vida plena y feliz tras la jubilación.