Aprender por qué Velázquez se pintó a sí mismo en "Las meninas" o descubrir la razón por la que Tintoretto no emplazó a Jesús en el centro de su popular obra "El lavatorio". Son dos de las curiosidades que la responsable del área de Educación del Museo Nacional del Prado, Esther de Frutos, desgranó en un taller dirigido a los estudiantes de segundo de Bachillerato del instituto Elisa y Luis Villamil de Vegadeo, ante los que defendió la importancia de las humanidades. "Si perdemos los códigos, llegará un momento en que no sabremos lo que significan las obras de arte y no las podremos disfrutar igual. Por eso es importante estudiar Historia, Historia del Arte o Filosofía", precisó De Frutos, que estuvo acompañada por el jefe de contenidos didácticos del área de Educación del Museo, Fernando Pérez Suescum.

El taller, que se repitió más tarde en el colegio Jovellanos y que hoy se desarrollará en el colegio La Paloma de Castropol, forma parte del importante programa de actividades que la pinacoteca madrileña desarrolla estos días en la comarca Oscos-Eo dentro del décimo Foro Comunicación y Escuela.

La sesión, titulada "¿Cómo analizar una obra de arte?", consistió en examinar algunos de los cuadros más emblemáticos del Museo Nacional del Prado. Todos ellos, destacó De Frutos, no fueron pensados para exponer en un museo, sino para embellecer iglesias o palacios. "Son obras descontextualizadas porque no están pensadas para el sitio en el que están ahora", explicó.

De Frutos también enseñó a los estudiantes a valorar aspectos como la perspectiva. En el caso de "Las meninas", subrayó la brillantez de Velázquez empleando la perspectiva aérea. "Es muy complicada, y en su época era algo bastante difícil", precisó. La responsable del área de Educación del Prado mantuvo la atención de los estudiantes, a los que animó incluso a reproducir la posición de los personajes de "Las meninas" para entender los trucos del pintor.

Por su parte, los estudiantes, que el año pasado visitaron El Prado, demostraron tener muchos conocimientos previos en la materia y no fallaron a las preguntas que De Frutos y Suescum les fueron formulando. Juegan con ventaja, pues disponen de un pequeño El Prado en su instituto: no en vano, el salón de actos del centro alberga una cuidada selección de sus obras maestras, fruto de colaboraciones previas con el Foro Comunicación y Escuela.

Desde su tercera edición, el proyecto veigueño cuenta con la implicación de El Prado. Este año, abrió la décima edición con la visita del director del museo, Miguel Falomir, y hoy se estrenan dos nuevas exposiciones en Castropol.