La comisaría de Luarca, la más pequeña de Asturias, celebró ayer la festividad de los Santos Ángeles Custodios con la imposición de la Cruz al Mérito Policial con distintivo blanco a los policías Ángel Alberto Garrido Carrero y José Miguel García González y el teniente de la guardia civil David Canel.

El acto también sirvió para homenajear a la Cofradía del Buen Jesús Nazareno y, a título póstumo, al cabo de la policía local recientemente fallecido José Aurelio López, "Herrera", "un buen policía y mejor persona, un hombre bueno".

El jefe de la comisaría, Abel Alberto Núñez, aprovechó la ceremonia para informar sobre la actividad de la sede luarquesa del Cuerpo Nacional de Policía y sobre los índices de criminalidad de una villa "segura y apacible".

En los primeros ocho meses del año, y en relación con el mismo periodo de 2017, las infracciones penales se redujeron un 12 por ciento, los delitos contra las personas también bajaron un 20 por ciento y los relacionados con el patrimonio se mantuvieron estables. En cuanto a los malos tratos en el ámbito familiar, la Policía Nacional de Luarca sigue cuatro casos, "uno de riesgo bajo y otro con riesgo no apreciado".

En el cómputo general, los delitos graves y menos graves subieron un 20 por ciento y los delitos leves, entre los que figuran lesiones, hurtos y los daños, bajaron un 42 por ciento. En cuanto a los detenidos por infracciones penales, aumentaron un 60 por ciento.

Abel Alberto Núñez destacó en su intervención el esfuerzo de las familias de los policías, que asumen el "riesgo y la disponibilidad" de los agentes. También agradeció la colaboración "sin fisuras" con la Policía Local y la Guardia Civil, los voluntarios de Protección Civil y Cruz Roja; el personal médico del centro de salud de Luarca y del hospital de Jarrio, el juzgado de Luarca, la Fiscalía y el Ayuntamiento de Valdés. "Sin su ayuda y profesional, la seguridad no sería la misma", dijo y destacó la necesidad de las medidas de seguridad que se ponen en marcha durante las aglomeraciones en espacios públicos "porque la grave amenaza del terrorismo perdura".

La comisaría de Luarca cumplió a principios de septiembre 40 años. Recientemente, recibió la vista de un grupo de inspectores adscritos a la Secretaría de Estado de Seguridad. A falta de recibir un comunicado oficial, "estamos en la senda adecuada", dijo el jefe de la comisaría, quien en tan importante acto no olvidó a los agentes que trabajan "en lugares difíciles para salvaguardar los derechos y las libertades".

El Alcalde, el socialista Simón Guardado, tendió un año más la mano a los cuerpos de seguridad que trabajan en la villa y en el concejo.