Los vecinos de Naraido temen las repercusiones que pueda acarrear para esta pequeña localidad santirseña el proyecto para abrir una cantera de pizarra a menos de doscientos metros de sus viviendas. Es la razón por la que un grupo de afectados se ha movilizado y alegado contra el documento que amenaza la tranquila vida de este núcleo en la frontera con Galicia. "Estamos bastante preocupados", reconoce Maruja Fernández.
"No lo vemos bien porque justo debajo de la cantera tenemos los manantiales del agua que viene para las casas", añade Fernández, natural de Naraido. Explica que las tres fuentes están recogidas en un depósito que luego abastece a las seis viviendas de esta localidad. También explica que el denominado arroyo del Buen Jesús pasa muy cerca del terreno de la futura cantera y desemboca en el Eo. "Lo que más me preocupa es el tema del agua, luego los ruidos y vibraciones", precisa.
Con ella coincide Rosario Sal, natural de Naraido, aunque alterna la vida aquí con estancias en Gijón. "Por cercanía somos los más afectados, y la verdad es que me preocupa. Además, tenemos muy poca información", añade. Y es que, como denunció la Coordinadora Ecoloxista d'Asturies, la empresa Explotaciones del Eo que promueve la cantera no mantuvo ninguna reunión con los vecinos afectados. "Nos enteramos de casualidad de que se habían vendido las fincas y luego porque salió la información en el boletín, pero estuvo muy oculto", se queja Fernández.
El Ayuntamiento de San Tirso también remitió una serie de observaciones a la Consejería de Empleo dentro del proceso de información pública. "Se enviaron observaciones para que los servicios, las actividades económicas y la población no se vean afectadas", señala la Alcaldesa, Goretti Quintana, aunque evita dar su opinión sobre el proyecto y recalca que la autorización o no dependerá del Principado.
La firma promotora plantea una actividad de un mínimo de diez años para la extracción de entre 4.000 y 4.400 toneladas al año de materiales de construcción.
Piscifactoría
En otro orden de cosas, la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) sacó ayer a información pública el proyecto para la demolición parcial de las instalaciones de la piscifactoría ubicada en San Tirso de Abres y que lleva años en desuso y en estado de abandono. En marzo del año pasado se declaró la extinción del derecho de aprovechamiento de agua del río Eo y su titular, Isidro de la Cal Fresco S. L, ha presentado ahora el plan para eliminar las infraestructuras que afectan al cauce del Eo. El proyecto contempla la eliminación parcial del azud, la demolición de la escala de peces y el cierre del canal de derivación, así como la inutilización y el tapiado del canal de salida. Fuentes de la CHC explican que el azud y la escala "presentaban un mantenimiento deficiente" y que las infraestructuras de la toma de agua suponían, además de un "evidente peligro", un impacto visual negativo para el Eo.
