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"¿Y ahora qué plantamos?", claman los afectados por la peste del pino

La enfermedad, sin tratamiento que la elimine, está diagnosticada en Castropol, Vegadeo y Taramundi, aunque hay más concejos con daños

Ejemplares de pinos afectados en suelo castropolense. T. CASCUDO

La denominada peste del pino o enfermedad de la banda roja y banda marrón afecta principalmente en Asturias a la comarca Oscos-Eo. De hecho, a día de hoy, sólo está diagnosticada oficialmente en los concejos de Castropol, Taramundi y Vegadeo. Sin embargo, los expertos alertan sobre la presencia de estos hongos, que ya están causando estragos en comunidades como el País Vasco o Castilla y León, en otros muchos puntos de la región.

En la comarca más occidental de Asturias la afección es masiva y basta un recorrido por las zonas boscosas para detectar el problema. Por ejemplo, en la zona alta de Castropol, pocos pinares se salvan, como constata el maderista local Andrés González: "Está todo afectado, hablamos de miles de euros en pérdidas para los propietarios". Y es que, lamenta, no hay tratamiento que mitigue o erradique la enfermedad, así que la única solución es la corta. Y debe actuarse con rapidez antes de que la madera sea inservible. "Lo que no se tale, se pierde", añade, al tiempo que pide agilizar los permisos de corta para afrontar la situación con rapidez.

Este profesional sostiene que, más allá de lograr una solución para la enfermedad, la clave está ahora en determinar cuál es la especie más adecuada para sustituir al pino radiata, el más afectado por los hongos. "¿Y ahora qué plantamos? La gente está enfadada porque la administración no aporta soluciones, está haciendo la vista gorda y no toma cartas en el asunto. Aquí el eucalipto globulus no va bien, el castaño tiene problemas... Que nos digan qué ponemos en estas fincas ¿o quieren que lo dejemos todo abandonado?", se pregunta González, que lamenta que los responsables políticos no hayan pisado aún la zona afectada.

Los propietarios lamentan la pasividad de la administración, pues dicen que hace más de tres años que aprecian anomalías en los pinares y "no se hizo nada por determinar la enfermedad o poner soluciones". De hecho, las analíticas que confirman la conocida como peste del pino son de hace apenas unas semanas. En este sentido, los expertos consultados consideran que el Principado debe tomar cartas en el asunto y orientar a los propietarios para la sustitución de especies y evitar que todo acabe siendo un monocultivo de eucalipto.

Aunque González considera que la peste también afecta a la especie pinaster, todo parece apuntar a que este tipo de pino padece otra dolencia diferente y menos grave. De hecho, una de las claves está en determinar si el pino pinaster está a salvo de la peste, lo que ofrecería una alternativa para los dueños de montes.

En la zona alta del concejo de Castropol se da la circunstancia de que la práctica totalidad de las hectáreas afectadas fueron plantadas hace poco más de veinte años, así que tocará cortarlas antes de haber alcanzado su ciclo de corta (en el caso del pino radiata es entre los 25 y 30 años): "Ahora era cuando empezaba a engordar para hacer volumen. En este momento la mayoría irá para biomasa o tablero, no tiene otra aplicación", comenta el maderista Andrés González, que ya está realizando cortas en la zona.

Los hongos causantes de la denominada peste del pino (que se propaga a través del viento que mueve las esporas) llevan años presentes en el territorio pero, las condiciones meteorológicas han hecho que en el último año se haya producido un gran avance con catastróficas repercusiones en el territorio.

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