La huella que el internado Manuel Suárez de Navia dejó en muchos jóvenes de los concejos del entorno es tal que el tiempo no puede borrarla. De hecho, décadas después de abandonar el centro, los antiguos alumnos y encargados mantienen reuniones periódicas, a fin de recordar los tiempos de la juventud, rememorar historias y anécdotas, y disfrutar de una larga amistad. Así lo harán mañana, en un nuevo encuentro que tendrá lugar en la villa naviega, y que será el octavo.
Como otras ediciones, han querido que a los chicos que estaban en el internado, generalmente procedentes de los concejos de la cuenca del Navia, se una uno de los jóvenes no internos que también cursó estudios en el Manuel Suárez. Se trata del pediatra Venancio Martínez, al que destacan porque "su trayectoria personal y profesional ha contribuido a dar realce a la labor que se desarrolló en el instituto", tal y como explica Sandalio Villabrille, uno de los impulsores del encuentro. En anteriores reuniones, ese homenaje fue para el comerciante Cecilio Fernández y para el artista Juan Méjica.
A buen seguro recordarán durante el encuentro cómo se levantaban temprano, "a las siete y cuarto" y, "con la disciplina propia de la época", tocaba estudio, desayuno y clases, por ese orden. También había tiempo para el descanso, el ocio y el deporte: "El tiempo libre lo pasábamos por el pueblo de Navia con total libertad, plenamente integrados y acogidos. Y llegamos a formar un equipo de fútbol que se desplazó a jugar a Boal y Puerto de Vega", apunta Villabrille.
La reunión dará inicio a mediodía en el entorno del centro educativo. "Queremos agradecer la atención de los patronos de la fundación", añade el organizador.
