El veigueño Adolfo Romero tiene claro que de mayor quiere ser político y por eso ayer disfrutó como nadie subido a la tribuna de oradores de la Junta General del Principado. No está claro si fue su poder de convicción o el interés del tema tratado (una proposición no de ley para instar al gobierno a combatir la vespa velutina), pero su propuesta salió adelante por unanimidad.

No fueron políticos los que integraron el pleno celebrado ayer en el parlamento asturiano, sino un grupo de ochenta escolares de la comarca Oscos-Eo. La actividad, enmarcada dentro del décimo Foro Comunicación y Escuela, cerró el proyecto "Conociendo el Parlamento de Asturias". "Salió todo muy bien. Es una experiencia muy interesante, primero por conocer cómo funcionan las instituciones democráticas y segundo porque les sirve para hablar en público y enfrentarse a un parlamento", precisa el docente y coordinador del Foro, Luis Felipe Fernández.

Salió muy satisfecho de la actividad, que contó con la presencia de la mesa del parlamento, presidiendo la sesión. "Para estos chavales fue una experiencia única. Tienen una visión exacta de lo que es un parlamento", apuntó. Tanto es así que los jóvenes ocuparon los 45 escaños disponibles en la Junta (los demás se sentaron en la zona reservada al público), defendieron las proposiciones y las votaron a mano alzada.

"Me gustó mucho", confesó Romero nada más terminar su intervención en la que reclamó al gobierno la elaboración de un plan de erradicación del avispón asiático y una partida presupuestaria "suficiente" para desarrollarlo. "Nos estamos quedando sin abejas", lamentó este alumno del colegio veigueño Ría del Eo. Otro de los oradores fue Nahuel Fernández, de segundo de Secundaria del instituto Elisa y Luis Villamil. Pidió articular grupos de participación en toda Asturias para que los jóvenes puedan intervenir en sus concejos.