La directora general de Desarrollo Rural y Agroalimentación, María Jesús Aguilar, explicó ayer en Taramundi que el Principado está "trabajando en buscar soluciones" para el hongo de la banda marrón, confirmado desde septiembre en el concejo taramundés y en los vecinos de Vegadeo y Castropol. Aguilar sí descartó por el momento la opción con la que trabaja el País Vasco que es fumigar desde el aire con óxido cuproso.
Este procedimiento, que requerirá algún tipo de autorización excepcional por parte del Estado ya que los tratamientos aéreos están prohibidos en la Unión Europea, no se adapta bien, a juicio de Aguilar, a la orografía y el reducido tamaño de las explotaciones forestales asturianas. "Hacer esos vuelos de fumigación en Asturias tiene unas repercusiones que van más allá de lo que interesa para un tratamiento", apuntó.
Confirmó, como avanzó ayer este periódico, que el hongo de la banda marrón es un organismo de cuarentena y por tanto deben informar a Europa de la situación. Aguilar puso de manifiesto la poca información que tienen sobre el hongo, que por el momento afecta a la especie de pino radiata, y, por tanto, no se atrevió a apostar por una especie para sustituirlo: "Todavía no sabemos si esos árboles son recuperables, porque es un hongo y a lo mejor cambian las temperaturas y desaparece. Aún no podemos hacer esa valoración".
No hay por el momento una estimación de la superficie dañada en Asturias.
