Más de la mitad de los escolares del Suroccidente lleva en sus mochilas un peso que excede el recomendado, es decir, que supera el 10 por ciento de su peso corporal. Además, muchos estudiantes que optan por utilizar mochilas con ruedas lo hacen sin tener en cuenta que en sus centros educativos tienen que sortear barreras arquitectónicas para llegar a clase, lo que supone cargar de forma inadecuada con el equipaje. Estas son algunas de las conductas erróneas que las fisioterapeutas del área sanitaria II han observado en la población infantil de los concejos de Allande, Cangas del Narcea, Degaña e Ibias, a los que han llevado talleres de prevención y promoción de la salud, enfocados a la higiene postural, y que han plasmado en su estudio "Con el cabás al l.lombu" que han presentado en el IX Congreso SEAPA (Sociedad de Enfermería de Atención Primaria de Asturias), donde han obtenido el segundo premio.

Los talleres en los colegios comenzaron con la idea de prevenir y promocionar la salud, en este caso, en relación a la postura que desde niños se adopta para sentarse o para transportar peso. En un principio, las fisioterapeutas de la unidad, María Covadonga Fernández, María Gómez y Marta Fuertes, transmitían mensajes estandarizados a la población general y eso les hizo ver la necesidad de profundizar en las características de la población concreta a la que se estaban dirigiendo, para trasladarles una información más adecuada.

"Así decidimos pesar a los niños y sus mochilas, además de analizar la accesibilidad de los centros y el tipo de mochilas elegidas", explica María Covadonga Fernández. Fue a partir de esos datos cuando se dieron cuenta de que los escolares de Educación Infantil llevan unas mochilas adecuadas a sus cuerpos y que la problemática comienza a partir de tercero de Primaria.

"Encontramos mucha variabilidad entre los pesos excedidos en un mismo curso: había niños que podían llevar tres kilos y otros cinco o más, lo que nos dice que quien hace la mochila no tiene un criterio de las cosas necesarias que debe llevar", apunta Fernández. Asimismo, se percataron de que tampoco existe un razonamiento claro a la hora de comprar la mochila. "No se tienen en cuenta las barreras arquitectónicas, en muchos colegios los niños tienen que subir escaleras y tienen mochilas de ruedas, cargar con ella en la mano es peor que llevar una mochila pegada a la espalda para subir y bajar escaleras", apunta María Gómez.

Lo establecido es que una persona no cargue en una mochila con más del 10 por ciento de su peso. En los análisis realizados por las fisioterapeutas del área sanitaria II en los colegios se han encontrado con niños que llevan más del doble del peso del que deberían. Un ejemplo que se repite es el de estudiantes con un peso corporal que ronda los 35 kilos que portan mochilas de ocho kilos, cuando el máximo que tendrían que llevar sería de tres.

Según las profesionales, los malos hábitos a la hora de cargar con más peso del aconsejado y la repetición de posturas perjudiciales pueden llevar a desarrollar en los niños problemas a nivel musculoesquelético como alteraciones en la curvatura de la columna, lesiones musculares y tendinitis, teniendo en cuenta, además, que el cuerpo se encuentra en época de crecimiento, "cuando es muy importante prevenir porque hay más sensibilidad a todo tipo de problemas", añaden. Aparte, a nivel práctico, las fisioterapeutas recuerdan que el exceso de carga en las mochilas provoca que los estudiantes pierdan autonomía a la hora de trasladarse al centro escolar y dependan de un adulto.

Ante esta situación, defienden la importancia de su trabajo en la promoción de la salud, especialmente entre la población infantil, ya que recuerdan que "los hábitos posturales se corrigen muy bien en la infancia y muy mal en la edad adulta", subraya Fernández.