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Los pescadores franquinos reclaman el refuerzo del dique exterior de Viavélez

La lancha de pesca "Tres marinos", amarrada en el interior de la dársena, se hunde y provoca un pequeño vertido de hidrocarburo

Vecinos observando ayer en Viavélez la zona en la que se hundió la embarcación, de la que sólo sobresalen antenas y un banderín. TANIA CASCUDO

Los pescadores de Viavélez piden el refuerzo y la ampliación del dique exterior del puerto, dañado gravemente en los temporales de 2014 y 2015 y que, a su juicio, requiere una intervención. "Tenemos miedo a que este invierno lo lleve y perderlo todo", dice el representante de los armadores, José Manuel García

Cuenta este profesional que la cabeza del dique está separada unos diez centímetros y, aunque en su día técnicos del Principado realizaron una pequeña actuación consistente en la inyección de fibra para reforzarlo, consideran que no es seguro y que corre peligro. "Tenemos el invierno encima y a ver qué pasa", añade.

García también considera importante una pequeña ampliación del dique, pues les ayudaría en condiciones de mala mar. "Ampliarlo un poco cortaría mucho el golpe de mar y facilitaría la entrada con mal tiempo. Es una obra para poder seguir trabajando", explica este pescador con más de treinta años de experiencia.

Además, considera necesario un dragado en condiciones del puerto, algo que también reclamaron hace unas semanas los pescadores deportivos. "Es importante, sobre todo de cara al invierno, porque si la dársena está bien dragada no desborda en condiciones de mala mar", precisa.

El puerto franquino vivió ayer una jornada triste con el hundimiento en plena noche de la lancha pesquera "Tres marinos", de ocho metros de eslora y trece años de antigüedad. Su dueño, José Ramón Braña, lamenta el suceso, pues es la embarcación con la que se gana la vida. "Ahora estoy al percebe, pero la uso para el pulpo y en verano para el aparejo", señala.

Algunas voces apuntaron como posible causa del hundimiento, que no provocó daños personales, la mala colocación de las defensas del puerto. "Están inclinadas, y tendrían que estar a plomo. Esto hace que el banzo roce con ellas, lo que pudo hacer una vía de agua", detalla un marinero. Al hundirse, se produjo un pequeño vertido de hidrocarburo a la dársena portuaria.

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