Tineo inauguró ayer una planta piloto experimental en la que se está estudiando la transformación de la biomasa forestal, mediante la pirólisis (la aplicación de calor sin oxígeno), en biochar (carbón vegetal) y en gas, que una vez limpio genera energía eléctrica. Se trata de un proyecto financiado por el programa Life y llevado a cabo por la ingeniería Ingemas, del grupo TSK; la fundación Cartif y la asociación Asmadera.

"Es una planta prototipo en la que hemos visto cómo funciona con la biomasa de eucalipto y ahora analizaremos su viabilidad económica y probaremos con otros tipos de residuos, porque la pirólisis se puede aplicar a otros residuos", explica Ana Urueña, investigadora de la fundación Cartif. El objetivo es que la tecnología desarrollada en el proyecto Life durante los últimos cinco años pueda ser replicada en otros lugares y también con otras biomasas.

El corte de la cinta inaugural de la planta lo llevó a cabo la consejera de Desarrollo Rural, María Jesús Álvarez, que subrayó la importancia del proyecto por aportar una solución innovadora a los residuos de madera después de su aprovechamiento. "Darle valor a la biomasa residual es un elemento que sirve para incrementar la competitividad de las empresas forestales, da rentabilidad a los montes y una solución a la gestión forestal", subrayó la componente del Gobierno regional.

La planta situada en la parcela del polígono de la Curiscada de la empresa de producción de biogás, que sirve para alimentarla energéticamente, es pionera en Europa y espera conseguir que a partir de su experiencia surjan nuevos proyectos que aporten soluciones a la gestión forestal. El proyecto ha contado con un presupuesto de 1,8 millones, de los que la Unión Europea ha aportado 845.000 euros.