La escasa cosecha de producto en los colmenares no ha logrado amargar la fiesta en Boal, en donde este fin de semana se vive con la misma ilusión e interés que siempre la popular Feria de la Miel. Los apicultores reconocen que se han perdido hasta dos tercios de la cantidad habitual a causa de las condiciones climatológicas de la pasada primavera y del comienzo del verano, pero aun así son fieles a un evento que pasa por ser el más importante de la región, y un referente en el norte de España. Unos tres mil kilos de miel se ponen a la venta en la feria, que en la jornada de ayer registró un lleno absoluto de visitantes. Nadie se quiere quedar sin un tarro en un año difícil, lo que también se ha dejado sentir en los precios, entre un euro y dos más elevados de lo habitual.

Los apicultores son claros a la hora de analizar los resultados de la presente campaña. "Estimamos que en Asturias se ha recogido un tercio de la cantidad total de años anteriores. Es un año complicado para todos, principalmente por la meteorología adversa en la primavera y el inicio del verano", explica el productor boalés Julio Fernández. Las incesantes lluvias hicieron que se perdiera el trabajo de varias floraciones, con lo que los panales se vieron con escasas reservas al finalizar el estío.

El precio del kilo de miel se sitúa en torno a los diez euros. "Se ha encarecido, ya que al disponer de una cosecha tan pequeña los productores deben subir el precio para afrontar todos los costes", argumenta Fernández, que subraya la importante labor de trampeo desarrollada para frenar otro de los problemas del sector, la invasión del avispón asiático o "vespa velutina": "Tuvo una incidencia muy pequeña, debido a ese trampeo, y también al mal tiempo, que seguro que le afectó".

La mala campaña ha chafado a los productores locales. Es el caso de María Jesús González, que explica que "el mal tiempo no ha dejado a las abejas trabajar como deberían", y que se ha visto obligada a encarecer su producto. También en Galicia los apicultores sufren las consecuencias. Jesús López ha acudido a Boal con cien kilos desde Lugo. "Este año, de cuatro partes recogimos solamente una", lamenta. Eso sí, espera poder despachar todo su producto en el evento boalés: "Las ventas van a muy bien ritmo", subraya.

La Feria de la Miel de Boal mantiene su vigor al cumplir treinta y dos años. Lo destaca el alcalde, José Antonio Barrientos, que la califica como "una de las más importantes del norte del país", y que agradece la presencia de los apicultores. "No se nota esa escasez", señala. Es una feria, además, que quiere ser agradecida. Por eso, ayer se hizo entrega del premio "El Cortín", impulsado por la asociación local de apicultores, a la Consejera de Desarrollo Rural y Recursos Naturales, María Jesús Álvarez, merced al apoyo prestado al sector y al propio evento en los últimos años. "Siento alegría y emoción. Es un premio que recojo en nombre de muchas personas, de todas aquellas que en la Consejería trabajan junto con el sector para que los productores desarrollen su labor en las mejores condiciones posibles", apuntó Álvarez.

Agradecido pregón

La fiesta de la miel en Boal se inició con el pregón de Conchi Sanfiz, durante varios años docente en el colegio local y autora de la obra "La memoria de los árboles", una novela que se inspira en los paisajes del entorno. Sanfiz hizo una importante mención a la gratitud: la de los emigrantes de inicios del pasado siglo para con la tierra que los vio nacer, y la de las gentes de la zona rural para con los profesores que llegan a dar clase en los centros públicos. También habló de la gratitud de los habitantes de las ciudades a los vecinos de la zona rural. "Conseguís que nuestros pueblos no mueran, y que tampoco lo hagan los valores que representan", dijo. Una forma de agradecer esa labor es "haciendo gasto en productos llegados del campo", para mantener con vida a los pequeños empresarios y a sus familias.

La XXXII Feria de la Miel de Boal continúa a lo largo de la jornada de hoy con un nuevo día de venta, acompañado de exhibiciones de baile y música tradicionales, espectáculos de magia y malabares, talleres infantiles y, a mediodía, exhibición de cocina en directo.