La Consejería de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente trabaja para una solución que refuerce la escollera de la margen derecha de la ría de Navia. El dique, reparado por vía de urgencia el pasado verano, ya ha sufrido problemas con los primeros temporales de la campaña: una docena de bloques se vieron desplazados de su lugar original. Los técnicos del Principado sopesan ahora reforzar el morro con una barrera doble de estas moles de hormigón, para afianzar así la protección y frenar con garantías los embates del mar.
Tal y como aseguraron fuentes de la Consejería de Infraestructuras a LA NUEVA ESPAÑA, la solución con la que ahora se trabaja sería instalar una doble capa de bloques. Las mismas fuentes reconocen que se trata de una actuación delicada, debido a la dificultad que presenta el entorno: "Es cierto que es una zona compleja, de rompientes. El espigón de la margen izquierda ha sufrido frecuentes averías, que ahora parecen solucionadas", explican.
La delicada situación en la que se encontraba la escollera, un elemento esencial para preservar el entorno de la playa y La Poza naviegas, hizo que el Principado acometiese en verano una obra por vía de urgencia. Se ejecutó en dos meses y supuso una inversión total de 469.000 euros. Se colocaron piedras y bloques de gran tamaño. La mayor parte de estos últimos fueron desplazados por la fuerza del mar a comienzos del mes pasado, y se teme que los próximos temporales puedan agravar la situación.
Las críticas no se hicieron esperar. El diputado Héctor Piernavieja, de Podemos, tildó de "chapuza" la actuación y reclamó medidas para depurar responsabilidades. La diputada regional de Foro Patricia García consideró "imprescindible y urgente" la reconstrucción de la escollera del espigón que limita la playa.
También la plataforma ciudadana "Salvemos La Poza" ha lamentado el resultado de los trabajos: "La obra del espigón ha resultado bastante chapucera porque no la han hecho en condiciones, y los bloques se han movido a la primera de cambio", critica Manuel Viña, portavoz de este colectivo vecinal.
De forma paralela, la preocupación por el futuro de La Poza vuelve a ir en aumento, después de los trabajos ejecutados en este enclave para garantizar la entrada y salida del agua desde la ría.
Según constata Manuel Viña, ha entrado una gran cantidad de arena, lo que, a su juicio, volverá a agravar su estado. "Está entrando más arena y debemos recordar a las administraciones el compromiso que adquirió de retirar el material cuando se acumulase en el interior", dice Viña, que se muestra prudente con respecto a llevar a cabo nuevas actuaciones en la zona: "Sólo cabe esperar que cumplan lo que se prometió", subraya.
