Navelgas celebra mañana, sábado, una nueva edición, la XXIII, del Festival del Esfoyón y el Amagosto, declarado de interés turístico regional. La fiesta recrea la "esfoyaza" (reunión de personas que acudían a ayudar a deshojar las panoyas del maíz y posteriormente enristrarlas) seguida del "amagosto" (degustación de castañas y sidra dulce recién mayada) con el que se agradecía la ayuda vecinal recibida en la tarea del deshoje. Con el paso de los años la fiesta creció en contenidos y novedades y actualmente, tras la declaración de interés turístico, es una de las convocatorias festivas más populares de las que se realizan en el Principado de Asturias.

Con organización de la asociación vecinal "San Juan" de Navelgas y colaboración del Ayuntamiento de Tineo, asociación cultural El Arbedeiro, asociación cultural de mayores Cuarto de los Valles, asociación de mayores Río de Oro y Contratas Forcón, el festival comenzará a las 20 horas con entrega de la distinción "Panoya de oro" a Rodrigo Cuevas, agitador folclórico y personaje inimitable en espectáculos asturianos. La música y el baile en la "Noche mágica" de Navelgas estarán a cargo de la bandina ovetense "Los Gascones" y el teclista Luismi, lo cual es toda una garantía de éxito popular.

Pasear por el festival en Navelgas es encontrar frixuelos, escuela, amagosto, carpintería, fotógrafo, oficina de correos, llagar, filandera, fragua, cerámica, forno, chigre, lavadero, escenario, cesteiro, desnatadora, sastrería, puesto de dulces, vehículos antiguos, juguetes de madera, esfoyaza, telar, iglesia con frescos de Manolo Linares y cine sostenible de la Casa Azul de Occidente, además de stand de información y venta de entradas de la asociación El Abedeiro. Una de las novedades de la edición es que con la entrada voluntaria de cinco euros se incluyen degustaciones gratuitas de castañas, sidra dulce, bollo preñao, manteca, vino o garufsa y torreznos, además de poder inmortalizar la visita con una foto con descuento.

Acudir al Festival del Esfoyón y el Amagosto en Navelgas con las calles engalanadas, los tradicionales artesanos, la gastronomía de aldea es retroceder en el tiempo, décadas atrás, donde la época del otoño era la propicia para esfoyar las panoyas de maíz y posteriormente recuperar fuerzas con las castañas y la sidra dulce. Por su tipismo y por recrear ambientes que las nuevas generaciones no conocen, el festival es de visita imprescindible. Los organizadores entregarán mañana en Navelgas un plano con identificación de los lugares donde están ubicados los puestos de artesanía y degustaciones.