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La plaza de abastos de Luarca gana dos puestos: una lavandería y una tienda de productos asturianos

"Estamos en un sitio muy céntrico", opina Montserrat Álvarez, última empresaria en llegar al recinto, que a final de año tendrá cuatro negocios

Entrada a la plaza de abastos desde la calle Pilarín.

La plaza de abastos de Luarca sumará dos nuevos puestos de veta a partir de diciembre: una lavandería que ofrecerá autoservicio y una tienda de productos asturianos. El concejal de Obras, Ricardo García Parrondo, señala que la tramitación del alquiler de los dos bajos ya está hecha y que la previsión es que abran a principios de diciembre, justo en plena campaña de ventas de Navidad.

De momento, en la plaza hay dos empresas. Se trata de una pescadería -el único negocio con el que reabrió la plaza el pasado marzo-, y una empresa de corte y confección, la última en instalarse. La titular, Montserrat Álvarez, explica que está "contenta" con su apuesta comercial. "Estamos en su sitio céntrico", resume.

La pescadería (instalada en el mismo lugar antes del cierre por reforma integral de la plaza de abastos), también estaba esperando con expectativas la reapertura de este céntrico recinto luarqués.

Para facilitar la llegada nuevas empresas del sector comercial el Ayuntamiento de Valdés amplió las posibilidades de negocio. Se pueden instalar empresas de todo tipo, no solo relacionadas con la agroalimentación, como fue tradición en la plaza de abastos de Luarca. El recinto comunica además dos zonas de mucho tránsito de la villa: la calle Pilarín y el plaza de Carmen y Severo Ochoa. El gobierno confía en que la buena marcha de los negocios instalados facilite la llegada de otros empresarios. De momento, se muestra "satisfecho" con las posibilidades que está generando en el comercio local la plaza de abastos, que se reabrió el pasado marzo.

En total, se pusieron a disposición del público once puestos. Dos de ellos están ocupados y otros dos lo estarán a partir de diciembre. El canon de la concesión se calcula por la superficie útil de cada bajo. Por el más pequeño, se reclaman 50 euros mensuales y por el más amplio, que tiene también entrada independiente, 200 euros. Los concesionarios tienen que cumplir con unos requisitos, como abrir un mínimo de días al año y mantener el recinto limpio.

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