El Instituto de Enseñanza Secundaria de Valdés recordó ayer al premio Nobel luarqués que da nombre al centro como nunca antes lo había hecho, gracias al proyecto educativo y cultural "Severo Ochoa, la emoción de descubrir".

La ceremonia, muy emotiva, se celebró este mes porque es ahora cuando se recuerda el 25.º aniversario del la muerte del influyente científico. Durante la gala, se recordó el pasado del premio Nobel de Medicina en la capital malagueña, una faceta menos conocida en Luarca y que, desde ayer, hermana a los institutos Vicente Espinel de Málaga y Carmen y Severo Ochoa de Luarca, y trae un mensaje: la tremenda influencia de los profesores en el destino vital y profesional de sus alumnos.

El portavoz del grupo de docentes que ideó el proyecto, Manuel Fernández, aprovechó la ocasión para anunciar que esta iniciativa que trae a Luarca ponencias y vincula al instituto con centros de investigación científica de referencia en España, "tendrá continuidad". "No estamos en una clausura, y en un futuro intentaremos aunar ciencia y humanidades", proclamó Fernández, quien indicó que el centro aprovechará los contactos creados con instituciones y patrocinadores para hacer un proyecto educativo de primer orden. "La educación de calidad es la más importante contribución que podemos hacer", dijo, y agradeció la colaboración del Ayuntamiento.

Durante el acto se proyectaron videos de alumnos favorecidos por las becas Severo Ochoa. Sergio López, Guillermo Menéndez, Raúl del Amo, Marta Pérez, Lucía Villanueva, Marta Asenjo, Clara Suárez, María García, Ana Pérez, Diego Sierra, Miriam López, Karolly de Souza, Adán y Marcos Rodríguez González e Isabel Pérez agradecieron tener al bioquímico como "inspiración". La jornada concluyó con una charla del investigador Íñigo Losada y la actuación del coro "Princesa de Asturias". La mejor forma de celebrar la ciencia y el arte, como pretende el proyecto educativo de instituto.