"Es un límite de velocidad continuo". Así describen el corredor el Narcea sus usuarios, más aún desde el arreglo al que se sometió este año el tramo que va del cruce tinetense de la Florida a la entrada de Cangas del Narcea. La obra fue muy criticada durante su desarrollo, tanto por su duración como por la falta de marcas viales en la calzada a lo largo de meses, pero una vez finalizada la opinión de los conductores tampoco ha mejorado. Para muchos, la renovación del pavimento fue insuficiente, aunque lo más cuestionado es el incremento de las limitaciones de velocidad.
"Las limitaciones que tiene esta carretera son injustificadas, los pueblos por los que cruza tienen aceras y en muchos sitios separación suficiente para que no se tuviera que bajar a 50 la velocidad", apunta el repartidor Ramón Miguel Fernández, que asegura que últimamente la AS-15 se ha convertido en el tema más comentado en el gremio.
Para el profesional se nota bastante el incremento de tiempo para realizar las rutas y reconoce que lo peor es "lo incómodo que es ir a 50 durante largos tramos".
Tras las obras de renovación del pavimento y de mejora de la seguridad que se realizaron en 23 kilómetros de la vía, entre los concejos de Tineo y Cangas del Narcea, se señalizaron puntos de concentración de accidentes en la vía y se incrementaron las limitaciones de 50, 60 y 70. Las más numerosas son las primeras, con unos 11 tramos señalizados a 50 a lo largo de los 23 kilómetros. Llama la atención especialmente el que cruza el pueblo de Villanueva (Tineo), que suma 1,5 kilómetros.
"Es un continuo límite de velocidad a 50, 60 y 70, y adelantar es prácticamente imposible", añade el comercial Rubén González. Para este conductor habitual del corredor, reducir los puntos de adelantamiento es algo que ve con preocupación. "Hay menos puntos y la gente, sobre todo los jóvenes, se lanzan a adelantar rápidamente", explica.
Uno de los lugares de adelantamiento suprimidos es el que se encontraba entre Villar de Tebongo y Tebongo, donde también se restringió la velocidad. El vecino José María Gayo ve bien que se haya reducido la velocidad, al tratarse de uno de los puntos negros de la carretera, pero cree que parte de la zona de adelantamiento se podría haber mantenido si se hubiera hecho una buena limpieza en el margen de la calzada. "Si estuviera limpio se tendría visión de toda la carretera", asegura.
El también repartidor Fernando Augusto Sardiño reconoce que el cambio del pavimento ha mejorado la calzada, pero cree que en un par de años se comenzará a notar de nuevo el desgaste. "Necesitaba un cambio de la capa de rodadura al completo. Ahora le echaron una capa muy fina, pero tenemos que estar contentos en comparación con el estado en el que estaba antes", se conforma. Coincide en denunciar que "hay muchos límites sin razón; los intentas respetar, pero es difícil no subir a 70 y más en el reparto, te tienes que ajustar a unas horas".
Por el contrario, en pueblos como Pilotuerto y Antrago, donde estrenan limitación de velocidad a 50, sus vecinos están satisfechos con el cambio. "No vemos mal la bajada de velocidad aquí, hay mucho tránsito y movimiento de gente y los coches pasaban a mucha velocidad, era inseguro, ahora notamos que bajó bastante", explica Enrique Rodríguez, que lleva el bar situado a pie de carretera en Pilotuerto. Luisa Menéndez, de Antrago, también cree necesaria la restricción, aunque asegura que no ve que se esté cumpliendo. "Estamos pegados a la carretera, hay gente mayor y niños que cruzan. Hacía falta regularlo, qué más da ir un poco más despacio", señala.
Tras la obra llevada a cabo son muchos los que reclaman una actuación de mayores dimensiones para la única vía de comunicación del Suroccidente con el centro, una renovación que suponga disminuir los tiempos de viaje y que a la vez incremente la seguridad, dotándola de carriles de adelantamiento y con mejora del trazado.
