El número 00117 de la lotería nacional deja de tener "estigma" desde ayer en Luarca por eso de tener dos ceros al inicio. La administración número 2, Atenea, vendió diez décimos premiados con 30.000 euros cada uno (300.000 euros en total) gracias a esta combinación que resultó ser la agraciada con el mayor premio del sorteo del pasado jueves.

"Es una suerte", dice el lotero de esta administración luarquesa, Jesús Gutiérrez, quien asegura que el dinero de los diez décimos vendidos "se queda en familias de aquí de Valdés".

La sorpresa llegó el jueves a última hora, pero los vecinos de la capital valdesana se enteraron del reparto (300.000 euros en total) a primera hora de la mañana en la misma administración o a través de los medios de comunicación. En la calle era habitual la pregunta: "¿Te tocó?". Pero la respuesta se repetía: "No tuve la suerte".

Jesús Gutiérrez explica que, en estos casos, los agraciados siempre prefieren pasar desapercibidos, reina el anonimato y casi nunca se conoce a los ganadores. "Parece que no le tocó a nadie", explica. No se trata de una cantidad millonaria, pero aquel que tenga un décimo del número 00117 se lleva 30.000 euros en la antesala de la Navidad, uno de los periodos de más consumo del año.

En esta administración ubicada en la plaza de Carmen y Severo Ochoa de Luarca dan la bienvenida al premio, ya que puede animar a la venta de boletos para los sorteos extraordinarios del 22 de diciembre y del 6 de enero.

"Atenea" repartió en su historia diez premios grandes de diferentes tipos de apuestas y juegos del Estado. Las combinaciones ganadoras se pueden recordar en un letrero que Jesús Gutiérrez encargó hace escasas semanas. Precisamente el pasado martes comentó con el diseñador del cartel "un fallo": "No dejamos sitio para el siguiente".

La vida quiso que dos días más tarde este lotero luarqués repartiera el primer premio de un sorteo ordinario de la Lotería Nacional. Y que lo hiciera, además, a través de un número "que al principio no gusta mucho". Se trata de una combinación con dos ceros al inicio. "Al final, se destierran los estigmas, porque todos los números tienen las mismas posibilidades", señala.

En la puerta de la administración, dos muñecos que recuerdan a los niños de San Ildefonso (aquellos que cantan los premios especiales de Navidad) ya anuncian la llegada de un periodo de venta y juego. "Ahora vamos a por el premio extraordinario".