Cuatro años de formación gratuita en el sector lácteo en alguna de las prestigiosas escuelas de Francia y un contrato laboral en Anleo como guinda del pastel. Es lo que ofrece la empresa láctea naviega Reny Picot a los estudiantes del noroccidente de Asturias a través de una beca recién creada y en la que este curso participan cinco estudiantes. "La gente de aquí vale como otra cualquiera y queremos apostar por ella. Es una buena oportunidad", señala el delegado industrial de la firma, Ricardo González, que ayer presentó la iniciativa en un acto organizado por el Foro Comunicación y Escuela.

"Vamos a crear una especie de Escuela de Mareo de la industria láctea, para que de aquí salgan los próximos mandos intermedios de la empresa", añadió González. La estimación de la firma es que esta beca les permita cubrir en diez años unos treinta puestos vacantes. No obstante, el delegado industrial añade que "los chicos que quieran, tengan interés y valgan pueden no solo trabajar en Anleo, donde tendrán un puesto fijo, sino ir a otras fábricas del grupo", donde la idea, además, "está bien vista".

La beca va dirigida a entre cinco y seis estudiantes que terminen su formación en los cinco institutos del Noroccidente: Carmen y Severo Ochoa, de Luarca; Galileo Galilei, de Navia; Carlos Bousoño, de Boal; Marqués de Casariego, de Tapia, y el veigueño Elisa y Luis Villamil. Cualquier alumno podrá presentar su candidatura a partir de marzo del año que viene y la firma naviega seleccionará a los candidatos más idóneos. Este año han sido elegidos tres estudiantes del instituto valdesano y dos más del naviego. Desde el pasado septiembre viven y trabajan en la localidad francesa de Nontron.

El primer año los jóvenes disfrutarán de un contrato de media jornada (4 horas diarias) en la planta que Reny Picot tiene en Nontron, donde disponen de alojamiento gratuito (también financia la empresa el transporte y la comida del mediodía). Por la tarde, reciben dos horas de formación en francés impartida por tres docentes. Aprender el idioma es fundamental de cara a acceder el próximo curso a alguna de las escuelas lácteas que funcionan en Francia.

La láctea ha puesto en marcha esta beca conocedora de lo difícil que es disponer de profesionales formados y dispuestos a incorporarse a sus fábricas. En este sentido, González indica que en Anleo disponen en la actualidad de unos cuarenta universitarios y les ha llevado entre dos y tres años formarlos a su gusto. A esto hay que añadir que, en muchos casos, se trata de gente de fuera de la comarca que, con el tiempo, quiere regresar a casa. De ahí la idea de apostar por la gente de la zona, emulando los inicios de la compañía.