El investigador y divulgador científico asturiano Amador Menéndez cumplió ayer en Vegadeo la promesa que le hizo a su amigo el ingeniero mecánico y biofísico estadounidense Hugh Herr y trasladó su esperanzador mensaje a los estudiantes del instituto Elisa y Luis Villamil: "No hay seres humanos discapacitados, solo tecnología discapacitada".

Herr, conocido como "el hombre biónico" y premio "Princesa de Asturias" de Investigación Científica y Técnica en 2016, pidió a Amador que aprovechase cada oportunidad ante un auditorio para defender la importancia de la tecnología de cara a hacer mejor la vida de las personas. Y precisamente en eso centró Menéndez su charla de ayer, programada por el Foro Comunicación y Escuela en colaboración con LA NUEVA ESPAÑA. En este sentido, contó con la participación de la responsable del Club Prensa Asturiana, María José Iglesias, que glosó la figura del ponente: "un gran investigador, comunicador y persona".

Menéndez, que trabaja en el Instituto Tecnológico de Materiales de Asturias, se ganó a los jóvenes hablando de nanotecnología gracias a su discurso claro, plagado de ejemplos prácticos y apoyado en recursos audiovisuales. Fue el caso del emotivo vídeo de Herr batiendo un hito en escalada gracias a sus piernas biónicas. El tema motivó preguntas como la del precio de estos avances tan singulares. "Una pierna como la de Herr cuesta 18.000 euros, como un coche. Es una inversión razonable", explicó Menéndez, quien apuntó que cuando la tecnología se introduce en el mercado "se hace más accesible".

"Nuestro planeta se enfrenta a grandes problemas y la tecnología puede ayudarnos a salvarlo", explicó Menéndez antes de desglosar investigaciones en marcha como la que permitirá que los vidrios atrapen la luz del sol para convertirla en electricidad. Dibujó un mundo de coches autónomos, móviles que se recargan con el golpeteo de los dedos tecleando y hasta biónica inalámbrica, algo que supondría "un logro sin precedentes", pues podría permitir que pacientes en silla de ruedas volvieran a caminar.

El figuerense Marcos Muiña, quien se confesó fascinado por el mundo de la tecnología, abrió el turno de preguntas interesándose por la progresión de las energías renovables. Menéndez satisfizo sus esperanzas al mostrarse convencido del crecimiento de las renovables. También auguró buenas perspectivas para el coche eléctrico, que "se va a imponer" una vez supere algunos problemas como el de la autonomía de las baterías. Menos convencido se mostró sobre la conquista de otro planeta: "Aún está lejos. A día de hoy la única forma de asegurar nuestra supervivencia es cuidar este planeta".