La residencia de mayores ABHAL de Luarca (Villar) acogió el acto conmemorativo del Día Internacional del Voluntariado organizado por la red de programas de voluntariado del Noroccidente de Asturias, que este año se centró en dar visibilidad a la ayuda intergeneracional.

La propia residencia es un ejemplo de este tipo de voluntariado, puesto que por segundo curso desarrolla un programa con el Instituto Carmen y Severo Ochoa para sacar adelante un huerto ecológico dentro del espacio del equipamiento residencial. Se trata de una actividad en la que participa una vez a la semana el alumnado de Religión de primero de Bachillerato del instituto luarqués y los residentes. "Es un aprendizaje mutuo, los chicos enseñan a los residentes a cultivar de forma ecológica y ellos les transmiten su experiencia", explica Goreti Fernández, terapeuta ocupacional de la residencia.

Uno de los objetivos es conseguir crear una semilla que haga que los jóvenes se vinculen al voluntariado y hacer que la residencia se abra a la comunidad. Para ello, han firmado un convenio que da continuidad al proyecto en próximos cursos.

En el acto, además de presentarse el programa de voluntariado de la residencia y del instituto alrededor del huerto ecológico, Cruz Roja llevó las iniciativas que desde la entidad están realizando en el ámbito intergeneracional con el proyecto de Escuela de abuelos educadores, que presentó la técnica autonómica Natalia Fernández-Campoamor.