Un escrito firmado por el jefe del departamento de Obras del Ayuntamiento de Cudillero certifica que existía una instrucción del alcalde para destruir material almacenado, entre otras cosas gran cantidad de documentación del archivo municipal.

La notificación apunta literalmente: "En cumplimiento de la orden del señor alcalde, envía un camión municipal a una sala de la Policía Local para la recogida de trastos y posterior vertido en el vertedero de Cogersa". Pero entre el material "había diferentes tipos de artículos: ruedas, señales, basura, palés de recogida de alimentos pertenecientes a Servicios Sociales que deben ser devueltos, así como gran cantidad de documentación del Archivo Municipal del Ayuntamiento".

Ante esta situación, el jefe de Obras frenó la operación, informó al Alcalde, Ignacio Escribano, y a los concejales de Educación y Servicios Sociales, Felipe Fernández y Mariví Álvarez, respectivamente. Y también solicitó que se personara la secretaria municipal para revisar la documentación y decidir qué hacer con ella. "Y en caso de carecer de validez o importancia para el Ayuntamiento, indique cómo proceder para su destrucción", subraya el escrito del departamento de Obras.

La situación ha generado un hondo malestar en el gobierno. El Alcalde, Ignacio Escribano, mantiene que solo se trataba de limpiar un despacho de la Policía Local. En él, según reconoce, había efectivamente documentos municipales que hoy por hoy tienen como destino el Archivo Histórico del Asturias. El regidor mantiene que hay un protocolo de actuación que se cumplió y se cumple: "No hay nada oscuro".

El teniente de alcalde, Felipe Fernández, recordó ayer, además, que se está haciendo el trabajo "que se debe hacer" para enviar los documento al Archivo Histórico de Asturias. Este proceso está supervisado por el archivero municipal y la secretaria municipal para que los documentos puedan ser enviados y recepcionados por el Principado. Todo lo que envía, añade Fernández, está ahora mismo en un almacén.

El Ayuntamiento de Cudillero firmó en octubre un convenio con el Consejería de Educación para que el Principado se haga cargo de la documentación municipal que tiene valor y no puede ser conservada en el Ayuntamiento por motivos de espacio.