La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Las intensas lluvias de 2018 frenaron el avance de la polilla guatemalteca

En lo que va de año se han capturado 83 insectos frente a los 2.200 de 2017, pero los expertos piden "no bajar la guardia" frente a la plaga

Efrén Vigón, durante la charla que impartió ayer en Tineo. D. Á.

La plaga de polilla guatemalteca que afecta a las patatas ha bajado de intensidad durante 2018. Las medidas tomadas por el Principado de Asturias para frenar su avance, prohibiendo la plantación del tubérculo en los municipios del Noroccidente de Asturias y en Gijón, y las intensas lluvias registradas durante este año han servido para bajar los niveles de capturas de la polilla en las 600 trampas colocadas.

Efrén Vigón Álvarez, responsable de plagas y de lucha biológica del Laboratorio de Sanidad Vegetal, explica que este año los rebrotes de plantaciones en las fincas sembradas de patatas con anterioridad, en la mayoría de los casos, no prosperaron por el exceso de lluvia, lo que restó presencia del insecto al no tener plantaciones en las que instalarse. De este modo, el experto apunta que se ha pasado de capturar en las trampas 900 polillas en 2016 a 2.200 en 2017, para bajar a los 83 insectos en 2018.

A pesar de los datos, Vigón Álvarez es prudente y pide seguir manteniendo la atención sobre situación, que considera como "la plaga de patata más peligrosa del mundo". "Hay municipios infestados que llevan desde enero sin registrar capturas de polilla, pero no hay que bajar la guardia, porque nos llevamos sorpresas. Esta especie vino para quedarse y es muy resistente a ser erradicada", asegura esl especialista.

El responsable de plagas y de lucha biológica analiza que el escenario de cultivo existente en Asturias es muy complicado para frenar al insecto por la gran cantidad de pequeñas parcelas que se dedican al cultivo de patata en todo el territorio. "Entre todos los municipios en los que hemos pedido un registro de plantaciones tenemos contabilizadas casi 6.000. La mayoría son superficies pequeñas, no profesionales, lo que genera un escenario en el que si la polilla se dispersa puede encontrar fácilmente una plantación", explica.

Tineo cuenta con 1.093 parcelas de cultivo declaradas, siendo de este modo uno de los municipios con más producción de patata de la región. Además, es uno de los considerados como concejos tampón frente a la plaga. Por ahora, la única prohibición que existe en los municipios limítrofes con los infestados es la de movimiento de patata. "La gente que comercialice tiene que ponerse en contacto con Sanidad Vegetal para inscribirse en el registro y obtener el pasaporte fitosanitario", señala. Asimismo, el experto recomienda controlar mucho los mercados locales para detectar que no llegue a ellos patata sin tener identificado su origen.

Compartir el artículo

stats