Treinta años cumple ya el belén del pueblo tinetense de Zardaín, el más visitado del Occidente, y sus creadores no pierden la ilusión por seguir atrayendo gente a su pequeña localidad gracias a su creativo nacimiento. Las más de 100 figuras que tiene la reproducción, la gran mayoría con movimiento, sus guiños al paisaje y a la etnografía de la zona y sus efectos lumínicos lo convierten en una visita obligada durante las Navidades, aunque su periodo de apertura es amplio y desde este domingo hasta el 17 de febrero se puede visitar cualquier día de la semana.
La Asociación Belenística de Zardaín calcula que un millar de personas se pasan por el pueblo cada año y muchos de ellos repiten porque cada edición del belén es diferente. El paisaje se renueva, se modifica la composición y se añaden nuevas figuras o edificios. Esta vez quienes acudan a descubrir este tradicional nacimiento se encontrarán con cinco figuras en movimiento más.
Se han incluido cuatro figuras de mujeres nuevas, una castañera que aviva el fuego, otra es una vendedora de mercado que ofrece unas cebollas, también se incluye una filandera y una agricultora sembrando semillas. Además, se añaden unos niños jugando en un balancín en una pila de madera, "lo que recuerda a la historia de aquí, cuando éramos niños cualquier pila de madera que nos encontrábamos servía para jugar", explica Javier Menéndez, impulsor del belén junto a Tomas Menéndez y Yolanda Rodríguez.
Los tres llevan trabajando un mes en el montaje de la recreación del nacimiento, aunque Javier Menéndez dedica tiempo durante todo el año a hacerse con nuevas figuras y dotarlas de movimiento.
Todo este trabajo verá la luz a partir del domingo 9 de diciembre, cuando después de la misa de las 11.00 horas, dedicada a Santa Lucía, se abrirán las puertas del belén de Zardaín a los visitantes, en el antiguo teleclub.
