"La sociedad campesina en el occidente de Asturias 1950-1975" es el libro que recoge una parte de las fotografías realizadas por Julio Antonio Fernández Lamuño, cronista oficial de Tineo, entre 1949 y 1975, cuando dirigió la Granja Agrícola de Tineo, desde donde promovió la modernización del campo con la apuesta por la concentración parcelaria, mejora de la razas o de los forrajes, entre otras cosas. El Muséu del Pueblu d'Asturies en colaboración con KRK ha sido el impulsor de la publicación del legado fotográfico de Fernández Lamuño al que acompaña un estudio de la época realizado por el antropólogo Adolfo García.

"Consiguió mejorar mucho las condiciones de vida de los campesinos a base de la introducción de la mejora de las semillas, de los animales o las roturaciones", destacó de Fernández Lamuño Adolfo García durante la presentación del libro, ayer, en Tineo. García hizo hincapié en la metodología seguida por el funcionario: "Diseñaba proyectos a partir de un estudio sobre el terreno, lo desarrollaba en la granja y luego lo difundía, una fórmula perfecta que había que tratar de aplicar a todo el funcionariado actual".

En el libro, con unas 60 fotografías de las 3.000 realizadas por Fernández Lamuño, se reconocen tres etapas: la sociedad de los años cincuenta, la que Adolfo García compara con la del siglo XIX; la del cambio de los años sesenta y setenta y la que da inicio a la crisis del campo. "La última fase del libro es la que tenemos ahora, la crisis comenzó en los setenta y ahora tenemos los últimos capítulos, porque la inmensa mayoría de las ganaderías que hay en el concejo de Tineo y otros municipios no tienen asegurada la continuidad generacional", señaló el antropólogo.

Juaco López, director del Muséu d'Asturies, subrayó la importancia de las fotografías realizadas por Fernández Lamuño, que en enero cumplirá 99 años y no acudió al acto, al residir en Oviedo. "Son imágenes únicas, el mundo campesino para la fotografía fue un mundo invisible", aseguró. López va incluso más allá y añade que en Asturias no existe la historia del mundo rural, con lo que esta publicación gana su importancia al recoger 25 años de esa historia por contar que además coincide con la época de la modernización del campo.