La decisión del gobierno de Castropol de no incluir la calle Vior, la principal de acceso a la capital del concejo, en el listado de vías a las que se destinarán casi 300.000 euros del remanente de tesorería municipal ha indignado a los vecinos de la localidad. Al menos a un grupo de ellos, que ayer distribuyeron pasquines por el casco urbano para expresar su malestar con esta decisión, especialmente por el estado de esta vía, "totalmente abandonada y llena de baches, desde hace años".
Es la primera medida impulsada por estos vecinos, los mismos que promovieron en 2017 la campaña de firmas para que, entre otros cambios circulatorios, la citada calle Vior volviera a ser de doble sentido, y este año para que Carreteras limitara la velocidad en el acceso a la villa, medida también lograda. No descartan emprender una tercera campaña para hacer llegar al Alcalde de Castropol, José Ángel Pérez, su "total desacuerdo".
Dicen no comprender por qué el gobierno local no arregla esta calle, también conocida como cuesta de Guerra, pues es "la calle principal de Castropol, nuestra puerta de entrada, la que soporta la mayor intensidad de tráfico a lo largo del día". Además, no entienden por qué junto a los casi 300.000 euros para carreteras se invierten 100.000 euros más del remanente para asfaltar el parking de La Laguna, en Figueras. "Es todo un despropósito y un lujo totalmente innecesario e injustificable en este momento que se destinen 100.000 euros a un parking que existe desde hace años y no se haga nada en la calle Vior, que se encuentra en un estado lamentable y vergonzoso", añaden, al tiempo que dejan claro que nada tienen en contra de la villa figueirense.
El regidor castropolense explica que no se incluyó esta vía por no estar listo el proyecto de reparación, necesario para acometer "la remodelación global" que requiere esta calle, algo que espera llevar a cabo en 2019. "Somos conscientes del estado de la calle, pero tenemos una visión general y hay otros caminos que necesitan arreglos", añadió, al tiempo que lamentó "el acoso y derribo" al que le someten estos vecinos.
