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Cerredo, del negro al rojo navideño

La localidad degañesa, núcleo azotado por la crisis del carbón, luce sus casas decoradas | "Esto estaba muy muerto", destacan los vecinos

Ana María Marina Flórez, con su creativo mundo para gnomos. D. Á.

El espíritu navideño ha llegado con fuerza a Cerredo, la localidad más poblada de Degaña y uno de los núcleos más azotados en los últimos años por la crisis del carbón. Los vecinos buscan plantar cara a la despoblación, agravada en los últimos años por la crisis minera, llenando sus calles con la alegría y la luz de la Navidad para demostrar que siguen activos. La Parroquia Rural de Cerredo ha montado un concurso de decoración para casas, pisos y establecimientos del pueblo consiguiendo en esta edición que una veintena de vecinos se hayan sumado a la iniciativa y cubierto sus fachadas con creativas decoraciones realizadas en su mayoría de forma casera con elementos reciclados.

La reproducción de una casa de chocolate y dulces, un pequeño mundo para gnomos, los típicos belenes y guiños a la minería son algunas de las decoraciones que se pueden encontrar recorriendo las calles de Cerredo. Los premios son de 200 euros para las mejores creaciones desarrolladas en las fachadas de las casas, en las ventanas de los pisos o en el exterior de los establecimientos. El jurado ya ha pasado a valorar el trabajo realizado por los participantes y los tres premiados se darán a conocer el siete de enero, hasta cuando es obligatorio mantener la decoración.

"La idea surgió de la propia gente porque éramos conscientes de que el pueblo estaba muy muerto y había que hacer algo para animarlo y cada año hay más participantes y da gusto verlo adornado", explica la vecina Raquel Vega. Aseguran que al margen de las personas que se apuntan al concurso, la iniciativa ha servido para que muchos vecinos vuelvan a sacar los adornos de Navidad a sus ventanas y fachadas consiguiendo el objetivo de llenar de luz y color el pueblo.

Las decoraciones se caracterizan por ser originales y muy trabajadas, lo que llama la atención de los propios vecinos y de los pueblos cercanos. "Está animando el pueblo, hay gente que está viniendo a ver las casas desde Villablino y Caboalles", explica Yolanda Fernández. Incluso, las personas mayores salen al caer la tarde a pasear por las calles para disfrutar del alumbrado y antes de finalizar el trimestre los escolares de Cerredo realizaron una excursión por su propio pueblo para admirar cada creación.

"Es una idea bonita y original que hace que todos colaboremos", recalca Rocío Conchero, que se animó a participar este año por primera vez con el objetivo no solo de decorar su casa sino el pueblo. Participantes veteranas como Yolanda Fernández, Raquel Vega y Ana María Marina Flórez aseguran que cada año buscan motivos nuevos para adornar sus fachadas y reconocen que se ha generado "una competencia sana" entre los participantes. De hecho, el éxito que está teniendo año a año la propuesta está haciendo que las siete asociaciones de Cerredo se estén planteando dar un paso más y trabajar para engalanar diferentes espacios públicos de la localidad.

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