Belén vivirá el domingo una jornada especial. El pueblo, perteneciente a la parroquia de La Montaña (Valdés), celebrará el nacimiento viviente, una tradición que desde 1985 reúne a un buen número de vecinos en la iglesia parroquial con un objetivo: hacer de Belén el lugar donde nació Jesucristo.
Este año, la celebración tendrá "un toque muy local", como es deseo de la asociación de vecinos "Virgen de Belén". Todos los años, el grupo intenta que el bebé que da vida al Niño Jesús sea oriundo o tenga vínculos familiares en la parroquia. Liam Nieto Rodríguez es el elegido para la ocasión. Tiene ocho meses y su abuelo y bisabuelos son de El Mazo. "Estamos muy ilusionados", dice la madre del niño, Nazaret Rodríguez.
La familia, que vive en Luarca, nunca acudió al nacimiento viviente de Belén, por eso Nazaret Rodríguez destaca que será "algo especial para todos". "Liam es muy inquieto, eso sí", dice risueña su madre, dispuesta a pisar el escenario con su hijo para que Belén y sus vecinos vuelvan a ser protagonista por un día. La cita es a las 13.15 horas en la iglesia parroquial. A esa hora, todos los interesados deben acudir "vestidos de época".
La presidenta del colectivo organizador, Esther García, anima a los habitantes de la parroquia, e incluso a cualquier interesado en el acto, a disfrazarse. "Pedimos colaboración", destaca. La asociación de vecinos "Virgen de Belén" ha sido capaz de mantener viva la tradición y de lograr el aforo suficiente para que la celebración se consolide en el calendario de ocio valdesano.
El nacimiento viviente se hacía antaño el día de Nochebuena. Los vecinos se reunían en la iglesia y allí recreaban la escena más importante de la Navidad: el nacimiento del Niño Jesús. "No se hizo unos años, pero desde 2008, creo recordar, lo sacamos adelante", confiesa Esther García, el alma de la celebración y quien se ocupa todos los años de reunir a los vecinos que colaboran.
Desde aquel año hay un guión especial. Dos niñas leen desde un atril, en plena misa, una historia que cuenta que el Niño Jesús nació "en Belén de la Montaña", como se dice en Valdés. Allí recibió el calor de los habitantes de esta zona de montaña del occidente asturiano. Todo el relato tiene tintes asturianos, y durante su lectura se cantan villancicos. El párroco, Emilio Menéndez, es otro de los apoyos indispensables para que la cita se continúe celebrándose y tenga el apoyo vecinal que necesita. "Al final, esto es obra de todos", dice Esther García.
A las doce y media de la mañana del próximo domingo, la mayor parte de los colaboradores se reunirán en el local social del colectivo vecinal (antiguas escuelas) para vestirse con el atuendo que requiere la cita. Habrá Virgen María y José (llegan a caballo a la iglesia) con su Niño Jesús. Pero también Reyes Magos, Rey Herodes, muchos pastores y un ángel cerca del portal. Al final, todos degustarán dulces típicos navideños.
