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La autovía a La Espina avanza en los viaductos de Camuño, Barredo y Nonaya

La plataforma en defensa de la vía reivindica que se licite ya el desdoblamiento del tramo Salas-El Regueirón, prometido por Fomento para este mes

La empresa adjudicataria trabaja en la estructura del puente, que ya se puede vislumbrar si se ve con perspectiva. S. ARIAS

Las obras de la Autovía Oviedo-La Espina, en el tramo de Cornellana a Salas, avanzan a buen ritmo. Los operarios trabajan en los viaductos de Camuño, Barredo y Nonaya al tiempo que se espera la licitación del tramo Salas-El Regueirón, prometida por el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, en la última visita a Asturias, en noviembre pasado. "Estamos a la espera de la licitación prometida por Fomento y contentos por el reinicio de los trabajos en el tramo Cornellana-Salas, donde están actuando en los viaductos porque se había hecho mucho trabajo cuando se paralizó la obra en 2010", afirma José Manuel Arias Guillán, portavoz de la plataforma pro-autovía del interior.

Así las cosas, la obra no para entre Cornellana y Salas. Según informa Fomento, las empresas adjudicatarias trabajan en la actualidad en la estructura del viaducto de Camuño y en el tablero del viaducto de Barredo, así como en las pilas y estribos del de Nonaya. De hecho, debido a los trabajos en los viaductos entre Cornellana y Salas, todo el tramo de la carretera nacional está con limitación de velocidad, con avisos de salidas y entradas de camiones. "Se estima que más de un cuarenta por ciento de esa obra está ejecutada, como los pilares de los viaductos o zonas con caja abierta, donde ya se hicieron los movimientos de tierra", señala el Ministerio.

El siguiente paso para continuar las obras de la autovía pasa por la licitación, prometida para antes de que acabase 2018, del desdoblamiento del tramo Salas-El Regueirón, que contempla la adaptación de la segunda calzada y las obras de acondicionamiento de la primera, por donde en la actualidad se circula en ambas direcciones. El proyecto también incluye el enlace con la villa de Salas, cuyos ramales ya estaban ejecutados cuando se paralizó la obra en 2010. "Son las dos rotondas que hay en Casazorrina", detalla Arias.

El futuro para la autovía está previsto en el Plan de Infraestructuras, Transporte y Vivienda 2012-2024, en vigor, que prevé la continuación de la A-63 hacia la Autovía del Cantábrico, completando así la red de carreteras del Estado en Asturias. "Entendemos que sería la salida lógica, conectar La Espina con el ámbito de Canero, en Valdés", indica el portavoz. La plataforma tiene conocimiento de que ya existe un estudio informativo en Fomento para ejecutar esa conexión. La anterior administración de Íñigo de la Serna (PP) se había comprometido a que ese proyecto saliese adelante, algo ratificado por la actual, dirigida por el socialista José Luis Ábalos.

Además, según la plataforma, esta conexión con la Transcantábrica contribuiría "decisivamente" a descargar tráfico de la conocida como autopista "Y", "muchos días colapsada". En ese sentido, lo observan como un desahogo para la vía, ofreciendo una alternativa a los vehículos y transportes que vienen de Galicia hacia el centro y las cuencas de la región, o incluso las salidas a la meseta. Y a la inversa. "Además de vertebrar el territorio del Occidente de Asturias como históricamente vino discurriendo por esta zona, desde Luarca a La Espina y a Oviedo por la carretera nacional 634".

La finalización de los trabajos en la autovía Oviedo-La Espina, para la que todavía no hay fecha, supondrá la mejora inmediata de la calidad de vida de los vecinos de municipios como Salas, Tineo, Allande, y de forma más general, para toda la zona del suroccidente de Asturias. Una conexión rápida y más segura que permitirá una comunicación fluida con los núcleos urbanos de la zona central.

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