Tapia dejará de tener concejala de Cultura y asumirá las competencias en esta materia la Alcaldesa, Ana Vigón. Carmen Lopes, que llevaba la delegación desde el cambio de gobierno, mantiene su acta pero renuncia a la liberación del 33% por la que percibía un sueldo bruto de 479 euros. Alega que su actual domicilio en Luarca (Valdés) le hace imposible "dedicar el tiempo correspondiente, indicado y necesario a las funciones del cargo con normalidad, asiduidad y continuidad". Vigón explica que no se liberará a nadie más.

Se cierra así la última crisis del gobierno tapiego, desatada el pasado octubre cuando Lopes anunció que no volvería a trabajar hasta que percibiera su sueldo. Y es que, la ausencia de secretaria municipal provocó un retraso importante en el pago de las nóminas a los empleados municipales y motivó el enfado de Lopes (en verano se volcó con la actividad cultural tapiega, haciendo más horas de las acordadas y renunciando a empleos en hostelería por los que percibiría un sueldo mayor). Dicha situación coincidió con el cambio de residencia de la edil a la capital de Valdés, lo que hizo más complejo mantener su presencia diaria en el consistorio. De hecho, en estos tres meses apenas ha vuelto a pisar su despacho, atendiendo por teléfono o correo electrónico las cuestiones de la Concejalía. "Después de un arduo intento por compatibilizar mi vida laboral, política y personal, la conclusión final es que me resulta imposible dedicar todo el tiempo, en cantidad y calidad, deseados al desarrollo de las tareas pertinentes del cargo", añade.

La renuncia se hizo efectiva ayer, un día después de que los populares denunciaran la situación de Lopes y exigieran a Vigón que tomara cartas en el asunto. En concreto, le dieron un plazo de diez días antes de convocar un pleno extraordinario. Tras conocer la renuncia de la edil han anunciado que no tomarán medida alguna. Sin embargo, Lopes deja claro que su decisión ya estaba pensada con anterioridad, que no renunció antes porque hasta el 8 de diciembre no le ingresaron todo lo adeudado y que tenía pensado anunciarlo en el pleno del 28 de diciembre, al que no pudo asistir por el ingreso hospitalario de un familiar.

"Continuaré como concejal, percibiendo únicamente compensación económica por la asistencia a plenos y comisiones a las que sea convocada y colaborando en la medida de lo posible y que mi nueva situación personal lo permita", añade la edil, que se muestra muy crítica con el PP. "El gobierno está sacando adelante una agenda cultural muy satisfactoria para el concejo y, a pesar de las zancadillas del PP, todo se desarrolla con normalidad, por lo que la única forma que tienen de intentar poner la zancadilla a Ana es atacarme a mi", precisa.

Por su parte, Vigón asegura que en este tiempo se ha mantenido la actividad y la atención para temas culturales en el consistorio, tanto su parte como de la edil Natividad Fernández. "La agenda cultural está ahí para ver, no se ha dejado de hacer nada que se hiciera durante el gobierno del PP, se ha mejorado la organización y se han añadido cosas nuevas. Además he estado presente en todos los actos organizados en el concejo", expresa, molesta con el "acoso y derribo" al que a su juicio la somete la oposición.