El rector de la Universidad de Valladolid, Antonio Largo Cabrerizo, invitó ayer en Luarca a otras instituciones académicas y a los gobiernos a luchar para que "el talento joven se quede de España". "Creo que debemos hacer algo como sociedad para evitar que el talento que formamos no retorne a nuestro país", dijo durante el acto de donación del material gráfico de Severo Ochoa que atesoraba la Universidad de Castilla y León. "Debemos preguntarnos si estamos haciendo las cosas bien", añadió. Largo Cabrerizo recordó el pasado del bioquímico luarqués, quien para investigar tuvo que emigrar primero a Alemania y más tarde a Estados Unidos, donde desarrolló la mayor parte de su carrera. El rector vallisoletano lamentó que esta situación se repita hoy en España, "por eso es voluntad de sus dirigentes cambiar esta realidad", indicó.

Severo Ochoa se convirtió en 1988 en el único doctor honoris causa de la Universidad de Valladolid con un Premio Nobel. Según sus representantes, esta situación propició la entrada de la institución en la carrera de la investigación científica en la España de finales de los años ochenta.