"Hay que ir mirando para el suelo continuamente porque te puedes matar", dice la figuerense Victoria Bustelo sobre el estado de las calles del casco urbano de la localidad, llenas de verdín, lo que convierte el tránsito diario en peligroso. Sabe bien de lo que habla pues el pasado verano un resbalón junto a la fuente "da Ribeira", en el muelle, le produjo una rotura de cadera de la que aún se recupera. Consciente de esta situación, la asociación de vecinos "As Figueiras" reclama al Ayuntamiento de Castropol una pronta intervención.
El edil de Obras, Ramón González, explica que se trata de un tema "delicado" para el que, de momento, no hay una solución definitiva. En todo caso, indicó que desplazará a un empleado municipal a la zona para reforzar la limpieza.
"La gente se queja todos los días", apunta Francisco Martínez, integrante del colectivo, que está dispuesto a promover una limpieza por su cuenta si el Ayuntamiento no actúa. De hecho, ya hay personas que a título personal limpian los accesos a sus viviendas. Los integrantes de "As Figueiras" creen que debe haber alguna solución idónea y ponen como ejemplo el sistema de limpieza que emplea Puertos para eliminar periódicamente el verdín de las rampas de varada. "Estamos preocupados por la seguridad y queremos que las calles dejen de resbalar", añade el secretario de la asociación, Valentín López.
Con todo, el del verdín en las calles no es el único problema que detectan en la localidad y denuncian un largo listado de asuntos pendientes de solucionar. Eso sí, también reconocen avances en alguno de los temas que llevan tiempo denunciando como la regulación del tráfico y las plazas de aparcamiento.
En materia de aparcamientos consideran necesario señalizar el que se ubica junto a la calle Progreso, que dispone de una amplia superficie y está infrautilizado. A pie hasta el muelle no se tardan ni cinco minutos, pero sin señales los visitantes nunca llegan hasta el enclave. Además, aprovechan para reclamar una urbanización en condiciones para el parking de La Laguna pues la obra está a punto de comenzar y, advierten, "no queremos otro aparcamiento a oscuras".
En la nueva plaza habilitada en el muelle piden mejorar el cierre, pues sigue habiendo vehículos que se saltan la prohibición y se cuelan en su interior. Algo que también ocurre en plazas y aceras del centro de la villa, para lo que "As Figueiras" ha reclamado jardineras o elementos disuasorios.
En verano de 2017 los vecinos, hartos de esperar por mejoras en la localidad, se pusieron manos a la obra y pintaron y limpiaron diferentes elementos como las fuentes del pueblo. Aseguran que desde entonces no se ha vuelto a actuar y estos espacios vuelven a mostrar el desgaste del paso del tiempo. También lamentan del estado "desastroso" del parque de El Pelamio, pese a su belleza y buena situación.
"Hasta ahora lo que se ha hecho en Figueras son pequeñas actuaciones improvisadas y a base de protestar y estar encima", añade Valentín López, quien precisa que quieren hacer una llamada de atención de cara a las próximas elecciones para que los candidatos presten más atención a la villa.
